En todas las ciudades existen unos puntos negros de calidad ambiental; algunos son temporales hasta que se subsana por parte del servicio de limpieza y recogida de residuos y también los hay permanentes. Los permanentes se terminan convirtiendo en principios de vertederos urbanos. La mala ubicación de un contenedor, en un acerado en el que los peatones tienen dificultad para circular y la acumulación de residuos orgánicos atrae a ratas y cucarachas. Los restos orgánicos deben ser evacuados cuando los contenedores están llenos.