El imaginero puede tallar su obra al completo, diseñando el conjunto de ropajes, mantos y objetos con los que se desea representar a la imagen en una posición determinada e inamovible. . El imaginero muestra su arte así en la mascarilla del rostro, manos y pies, completándose la talla al vestirla con un ajuar de túnicas, sayas y mantos bordados. La Dolorosa de la Vera-cruz fue gubiada en 1942 por el escultor Antonio Illanes Rodríguez, quien al igual que en el caso de la Virgen de la Paz, tomó como modelo a su esposa, Isabel Salcedo, para tallar esta personalísima obra. Su primitiva advocación fue de los Dolores, cambiándose en 1945 por la actual de las Tristeza, en recuerdo de la titulación que poseía la dolorosa de la primitiva hermandad de la Vera-cruz.
Con la llegada de la temporada estival y como es tradición en la Ciudad de Sevilla y Provincia, las dolorosa de las hermandades son ataviadas generalmente con ropaje de color blanco, así permanecerá hasta que llegue el mes de septiembre. Es habitual que en estos días de época estival la Imagen de la Virgen de la Tristeza aparezcan vestidas de blanco, es muy atípico dado que siempre usa vestimenta de negro. Hasta hace varios año en que la Virgen de las Tristezas ha aparecido así de bella gracias al trabajo de la Priostia y del vestidor Antonio Bejarano que nos están redescubriendo a una dolorosa contemporánea de una calidad excepcional. La Virgen de Illanes, vestida por Antonio Bejarano, presenta, si cabe, su imagen más dulce demostrando que el blanco puede ser, también, el color de la tristeza.
Foto Antonio Rendón Domínguez