La señalización en las ciudades tiene por objeto informar y orientar al ciudadano. Hay una información dirigida al peatón y otra señalización dirigida a los conductores de vehículos. Frecuentemente estamos asistiendo, en algunas ciudades, a un amueblamiento exagerado de la ciudad con señales. El que haya muchas señales no garantiza una mejor información y orientación. La acumulación de señales, impide que el ojo humano se centre en una señal específica y renuncie a visualizar las demás señales. Los servicios de movilidad de los ayuntamientos necesitan soportar la información de manera digital y no seguir invadiendo el espacio urbano y contaminando el paisaje urbano con una señalización obsoleta, masiva y de dudosa eficacia.