El patio del Rincón de Jabugo, en la plaza Pío XII, se engalanó ayer domingo para acoger el pregón de las Cruces de Mayo de Chipiona, una cita que este año se llenó de coplas y versos de la mano de Pepe Pinto, una figura que ya se va haciendo habitual en aquellos actos que tienen por objeto ensalzar y preservar las tradiciones locales.
Pepe Pinto le va entregando a Chipiona el corazón, lleva años haciéndolo. A diario, derrochando humanidad entre quienes le rodean, pero también en pregones en los que se unen ese gran artista que lleva dentro y una inmensa capacidad para expresar los sentimientos tal cual son.
El pregonero, que fue presentado por el presidente de la Asociación de belenistas Caepionis, rememoró los patios de su Sevilla y cómo se vivían estas fiestas tradicionales en su niñez. No faltó un patio muy especial, su patio de la alegría, con sus personajes singulares y sus estampas. No pudo tener mejor acompañamiento que la guitarra y el saber hacer de Luis Pérez 'El Chispa' para jalonar sus palabras de canciones, coplas, sevillanas e, incluso, una emotiva nana. La de las cruces de mayo, subrayó, “es la fiesta de los pobres”, porque se puede disfrutar mucho con muy poco.
Pepinto también se lamentó de la falta de patios y corrales de vecinos. Ahora, reflexionó, la forma de vida hace muy difícil esa convivencia tan entrañable. No quiso, además, que faltara una petición de reconocimiento para quienes mantienen la tradición de adornar las cruces de mayo. “Que no se pierda este patrimonio cultural de Chipiona y que se recuperen las cruces que se han ido perdiendo”, reclamó.
La Delegación de Fiestas del Ayuntamiento de Chipiona, la Asociación de belenistas Caepionis y la Hermandad del Rocío se han unido para unas celebraciones de esta tradición que comenzó el sábado con la procesión de los niños.
Al finalizar el acto, la alcaldesa de Chipiona, Isabel Jurado, felicitó al pregonero y agradeció la labor de las asociaciones que mantienen vivas las tradiciones de la localidad.