El rótulo de la plaza dedicada en Cádiz a la universal cantante Rocío Jurado continúa sin ser adecentada tras dos años que denunciara su abandono el por entonces presidente de la asociación RJ La más grande, el chipionero Manuel Jurado Domínguez.
En marzo de 2017, Jurado Domínguez dirigió un escrito al alcalde de Cádiz, José María González, y a través de su concejala de Cultura, Eva Tubío, en el que exponía el estado de abandono en que se encontraba dicha plaza y como máximo exponente el azulejo con el nombre de la artista rodeado de cuadros eléctricos. Jurado Domínguez, textualmente expresaba en su escrito:
“Estimado Sr. González, por el presente me pongo en contacto con Vd., para exponerle el deseo de esta Asociación, que presido, referente al estado en el cual se encuentra la Plaza rotulada con el nombre de “Rocío Jurado”. Siendo nuestra artista más universal y embajadora de Cádiz, Hija Adoptiva de nuestra Capital, medalla de Andalucía, Medalla del Trabajo y Voz del Milenium, entre los muchísimos premios que atesoró a lo largo de su esplendorosa carrera artística, quisiera pedirle, en la medida de sus posibilidades, se retomase la adecentación de dicha rotulación y entorno, y que por parte del Excmo. Ayuntamiento de Cádiz, iniciara los mismos. Ella, que siempre tuvo a Cádiz y al Teatro Pemán, como santo y seña de su amor gaditano, llegando a ser pregonera de sus Carnavales, proponemos para su reinauguración y encuentro de los Juradistas la fecha mítica del 15 de agosto, o bien el 18 de septiembre, día de su cumpleaños.”
Tras este escrito la concejala de Cultura, Eva Tubío, contestó a Jurado Domínguez que daría traslado a la delegación municipal competente para su adecentamiento asegurando que “sin duda Rocío Jurado lo merece”.
A fecha de hoy al menos el monolito en el que se ubica el pobre azulejo que rotula el nombre de la plaza continúa en igual o más estado de abandono. Algo que, convendrán todos, Rocío Jurado no merece.
Cabe recordar que la plaza se inauguró con toda la pompa en agosto de 2001 en presencia de la artista, su marido José Ortega Cano, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, el presidente de Diputación Rafael Román y numerosos admiradores.
Las posteriores obras de construcción de un aparcamiento dejó un tanto relegada la plaza y el monolito donde se aloja el rótulo en espacio para cuadros eléctricos.