Un año más la Hermandad de Mareantes del Sur, Institución que celebra sus actos homenaje a la Virgen del Buen Aire, rindiendo pleitesía a la talla original que se conserva en la capilla del Palacio de San Telmo de Sevilla, sede de la presidencia de la Junta de Andalucía.
La Hermandad de Mareantes del Sur, con sede en Puerto Gelve, celebró su acto de homenaje a la Virgen del Buen Aire, patrona de marinos y mareantes. Se trata de un acto de gran tradición celebrado desde 1569, que esta institución ha recuperado en los últimos años.
El evento contó con la asistencia de primeras autoridades de Marina de Sevilla, miembros de la Real Liga Naval Española con su delegado de Sevilla, Jesús Lamia Gómez, miembros de la Cámara de Mareantes de Sevilla, con su presidente José Manuel Conde y Barrado y numeroso público relacionado con la mar.
Presentó el acto Joaquín Prada Pagola “Tinta”, portavoz de la Hermandad de Mareantes del Sur, además de ser el Capitán del buque insignia “Jasón II”. Es la voz de los Mareantes en las canciones creada por ellos, entre otras, el himno de la Hermandad.
Prada después de la presentación le dio la palabra a determinadas personalidades por orden de menor a mayor importancia. Va subiendo uno a uno al altar. Estos dicen unas palabras y permanecen en el altar, uno a cada extremo de la filas de los Mareantes del Sur.
En la espectacular capilla barroca de uso cultural y desacralizada, pero que mantiene curiosamente todas las imágenes de cultos como la impresionante Virgen del Buen Aire de 1628 del maestro escultor, entallador y arquitecto sevillano Juan de Oviedo y de la Bandera.
El primero en subir al altar del presbiterio fue Enrique Tapias Herrero Capitán de Navío, seguido del delgado en Sevilla de la R L N E Jesús Lamias Gómez, a continuación Tomas Artes León Jefe de máquina de la Marina Mercante tras este, Jesús Artero de barco de recreo, luego el presidente de la Cámara de Mareante, José Manuel Conde y Barrado, a continuación el Sr. Sub-Inspector Jefe de la Policía local de Coria del Rio Francisco García Juan, y finalmente Joaquín Prada presentó a un antiguo profesor y a un nuevo alumno, que dijeron unas palabras y permanecieron en el altar.
Durante el acto Joaquín Prada, Invitó al presidente en primer lugar y al público en general a la acostumbrada ofrenda a la Virgen consistente en media libra de cera que fue depositada en el altar a los pies de la Virgen del Buen Aire. Acto seguido entonaron la Salve Marinera que dieron dimensiones espirituales al acto.
Despide el acto con la invitación de dejar refrendada unas palabras en el libro de firma por parte de quien lo desee.
Foto Antonio Rendón Domínguez