A finales de los 60 España no tenía relaciones diplomáticas con Rusia, pero esta circunstancia no impedía que se alcanzaran pequeños acuerdos comerciales entre ambos países. Dos distribuidoras cinematográficas intercambiaron películas, y «Digan lo que digan», dirigida por Mario Camus y protagonizada por Raphael, fue doblada al ruso y exhibida en aquel país. El éxito fue tan clamoroso como inesperado. El cantante se convirtió en una referencia, con decenas de miles de fans. «Aquellos años hubo un 60% de estudiantes que eligieron el español», ha señalado en alguna ocasión el propio Raphael, quien realizó varias giras en los años 70 en lo que todavía era un régimen comunista gracias a un permiso especial. Cuentan que la ministra de Cultura soviética era una de sus fans, lo que facilitó la llegada del cantante en un país en el que estaba prohibida la música extranjera. «Se sabían todas mis canciones de memoria», explica el cantante jiennense, «me enterraron en flores». En 1980, Raphael recibió un Disco de Uranio por haber vendido más de 50 millones de discos en la URSS.
Portada del libro - ABC
Han pasado cincuenta años pero el tiempo no ha enfriado la admiración rusa por Raphael, quien ofreció en 2019 el que hasta ahora es su último concierto en aquel país. El último episodio de esta singular relación es el libro «Soy Raphaelista», escrito por la periodista sevillana Marina Bernal y editado por Sevilla Press. A pesar de que la campaña de presentación se ha limitado a nuestro país, la noticia de la publicación del libro ha llegado a Rusia, donde ha generado una notable expectación. Varios periódicos de aquel país han realizado reportajes sobre la obra y la petición de ejemplares ha sorprendido a los propios editores. «Vamos a presentar el libro en San Petesburgo, nos han invitado para cuando mejore la situación de la pandemia», explica el director de Sevilla Press, el periodista Miguel Gallardo. «Estamos gestionando la traducción al ruso porque la demanda lo justifica. También vamos a presentar el libro en Santo Domingo, porque la República Dominicana es otro país en el que el impacto de Raphael es enorme», explica.
Por su parte, la autora del libro, Marina Bernal, señala que Raphael es «un auténtico fenómeno digno de estudio sociológico, porque cuenta con seguidores de todo el mundo y además es un artista intergeneracional, que gusta a personas de todas las edades y que conserva la fidelidad de su público a través de las décadas».