
El Colegio de Abogados de Sevilla mantiene su denominación histórica y el patronazgo de la Inmaculada Concepción, rechazando pasar a denominarse colegio de la abogacía.
La junta general extraordinaria del Colegio de Abogados de Sevilla celebrada en la tarde de este lunes 25 de Julio aprobó por abrumadora mayoría que la institución profesional mantenga su denominación histórica, rechazando pasar a llamarse Colegio de la Abogacía que era la opción prioritaria según el nuevo Estatuto General de la Abogacía Española.
A la junta asistieron más de 250 colegiados lo que supone un récord histórico de asistencia a pesar de las altas temperaturas (45 grados) registradas a las seis de la tarde, resultando del escrutinio más de 170 votos a favor de mantener la denominación tradicional de Colegio de Abogados de Sevilla y otros 60 aproximadamente a favor de cambiarla por colegio de la abogacía, según fuentes presentes en la junta aunque el colegio no ofreció el numero exacto de puntos a favor de cada opción ya que los votos de los ejercientes computan el doble que los emitidos por los colegiados no ejercientes. Prácticamente el 70 % de los asistentes votaron por mantener la denominación histórica y tradicional.
La elevada participación registrada evidencia el alto interés suscitado entre el colectivo a consecuencia de la campaña a favor de mantener la denominación de Colegio de Abogados de Sevilla, que es una “corporación de derecho público amparada por la Ley y reconocida por el Estado, con personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar para el cumplimiento de sus fines”, según la redacción aprobada hoy del artículo 1 de los nuevos estatutos particulares del colegio.
Esa campaña de concienciación entre los colegiados ha sido desarrollada durante los últimos días por un grupo de letradas y letrados liderados por José Joaquín Gallardo, que fue decano efectivo de la corporación durante veinticuatro años consecutivos, quienes han recabado entre el censo colegial apoyos para que se mantuviese la denominación que la institución ostenta desde su creación en 1706, como colegio filial del de Madrid, y desde 1732 en sus primeros estatutos propios.
Para Gallardo “carecía de sentido cambiar la denominación al lenguaje inclusivo cuando ni en el Colegio ni en el ejercicio profesional jamás se ha discriminado a ningún colegiado por razón de sexo ni de ninguna otra circunstancia”, añadiendo que “la abogacía es una profesión manifiestamente igualitaria en la que letradas y letrados padecen la misma problemática, generada por las dificultades inherentes al ejercicio profesional, las trabas para conciliar la vida familiar y profesional y el endémico mal funcionamiento de la administración de justicia, pero en ningún caso existe problemática efectiva por discriminación de genero”.
El decano emérito de los abogados sevillanos defiende que “las mujeres abogadas y los abogados tienen la misma visualización social y profesional, por lo que en el caso de la abogacía no tiene ningún sentido la denominación inclusiva”, manifestando su satisfacción porque “tan amplia mayoría del colectivo haya corroborado con sus votos la tesis de no modificar la denominación colegial”.
En el segundo punto del orden del día de esa asamblea se aprobó también el resto del articulado del nuevo estatuto específico del Colegio sevillano, que mantiene el patronazgo de la Inmaculada Concepción y además queda adaptado a las previsiones del nuevo estatuto general de la profesión en vigor desde julio del año pasado.
El articulo 5 de los estatutos aprobados ayer determina que “El Colegio es aconfesional, si bien, por secular tradición tiene por Patrona a la Santísima Virgen María, en el Misterio de su Concepción Inmaculada”, siendo ello transcripción exacta de la literalidad de los anteriores estatutos que ya fueron validados por el Tribunal Constitucional en sentencia de 2011.

