
17 de mayo, tal día como hoy vino al mundo una mujer de leyenda. Pero no de una leyenda a secas, y aunque ella es genuinamente única, su leyenda es sinónimo de varias ediciones (4, la editorial Alfar puede dar fe) y doble volumen. De hecho lo acaba de echar a andar, está recién sacado del horno, horneado en su capacidad de textos por su compañera, Isa López.
Nuestra protagonista no es otra que, Teresa Guzmán, ella ilustra las historias para dotarlas de encanto y recubrirlas de un estilo personal. Se cumplen en ella las virtudes necesarias para comunicarse, y no ya con los más jóvenes, que también, pero su obra se extiende a un mundo adulto con historias de otro calado histórico- cultural.
A Teresa la considero como una hermana, no lo somos de consanguinidad, ni falta que nos hace. Teresa tiene siempre un as bajo la manga, un complemento perfecto personificado. ¿Un mago?, no. ¿Un alquimista de la verdad y la empatía? Ahí me atrevería a afirmar que mucho más que eso, porque todo aquel que conozca a Pablo Borrallo, coincidirá conmigo en que su molde lo tiraron al río, como un famoso Cristo de Museo, como es el talante de su compañero, también mi hermano, Pablo.
Teresa y Pablo, hacen un tándem de amor, bajo el sacramento del matrimonio, tan delimitadamente bello, hecho a la medida de sus capacidades de amarse.
Teresa, cielo, feliz cumpleaños.

