SEVILLA
El correalismo mágico adaptado a la prensa morada
- El periodista y "redactor preguntón" Francisco Correal presenta su libro de crónicas en el que repasa sus vivencias cofradieras
- 'Cómo sigue llorando Sevilla', el libro que recopila los artículos de Paco Correal sobre la Semana Santa
Francisco Correal y Cristóbal Cervantes, durante la presentación del libro. / JUAN CARLOS MUÑOZ
FERNANDO PÉREZ ÁVILA12 Diciembre, 2023 - 06:01h
Una hora de Francisco Correal, de Paquiño en estado puro, del correalismo mágico adaptado a la prensa morada fue lo que sucedió ayer en la Cámara de Comercio, donde el periodista manchego presentó el libro Cómo sigue llorando Sevilla, cuyo título homenajea a la obra del padre Ramón Cué y que consta de una recopilación de artículos de Semana Santa escritas por un cronista que nunca fue especialista en cofradías.
El acto consistió en una entrevista que le hizo al autor Cristóbal Cervantes, que recordó su presentación durante la ceremonia de entrega de medallas de la ciudad del año 2022, lo que le valió la broma de Correal, que dijo que a él también le habían dado el Cervantes, no el premio literario sino el presentador. "Sin ser capillita ha escrito de nuestra semana mayor en varios periódicos", entre ellos Diario de Sevilla, al que Correal perteneció durante muchos años.
Siempre en su estilo, trufando cada intervención con algún recuerdo futbolístico, especialmente de mundiales y copas de Europa de su querido Real Madrid, Correal fue desgranando algunas de sus vivencias como cofrade en su ciudad de adopción. Contó el cronista que, con 22 años, vino a Sevilla en el autobús del Ceuta, que acababa de perder 2-0 ese día en su pueblo, Puertollano, contra el Calvo Sotelo. No tenía como volverse y habló con el delegado del equipo, que lo metió en el autobús. Y camino de la pensión de Inés se encontró con la cofradía de la Cena por la calle Puente y Pellón.
"En la Semana Santa cabe el beato, el agnóstico y el descreído. Todo es posible. Yo nunca he sido cronista de Semana Santa. Lo he sido de todo, de la Feria, de las carreras de caballos, hasta de ajedrez. En 1977 hacía crónicas de las cortes sin poder votar por edad, pues no tenía aún 21 años. He hecho muchas crónicas de fútbol. Tuve ocasión de ir a Las Gaunas, a Vallecas y Zorrilla, donde escribía sus crónicas Miguel Delibes, pero en Semana Santa siempre he sido un pasante en términos jurídicos, un sobresaliente en términos taurinos o un Manolín Bueno en términos balompédicos", apuntó Correal.
Se definió como un "redactor preguntón" que a base de preguntas ha pagado la hipoteca de su casa. "Es el no saber. No sabéis lo que os perdéis los que sabéis", dijo, para luego, en el turno de preguntas, modificar un pelín esa misma frase cuando el periodista Juan Manuel Ávila la preguntó por su evolución desde una crónica del Gran Poder que provocó una gran polémica hasta presentar hoy un libro de artículos cofradieros.
"Hay un antes y un después. Los fracasos te enseñan más que los éxitos. Fue un encontronazo mío con la forma de ver la ciudad. Aprendí y precisamente ayer el capellán del Gran Poder hablaba en su homilía de la humildad. Y fue una lección de humildad. El no saber está muy bien, pero saber un poquito tampoco está de más", respondió Correal.
Contó cómo veía cofradías con algunos de sus compañeros de trabajo, como Juan Luis de las Peñas, durante años subdirector de este periódico y hoy felizmente jubilado, a quien nombró varias veces y quien lo acompañó en el acto. Y llegó a la Madrugada de 2000, la de las carreritas, que vio con su hermano Quique y su cuñada Guadalupe, recién casados y recién llegados de una luna de miel en Florencia. "Yo les decía que el síndrome de Stendhal está en Sevilla y no allí. Y ella estuvo a punto de desmayarse, pero del miedo que pasó. Estuvimos en el cogollo de donde pasó todo", dijo el cronista, que se acordó de la fotógrafa Flores Esquivias, que fue "la Chaves Nogales gráfica" de aquella noche que supuso "una conmoción a nivel mundial".
Eludió un par de veces la pregunta sobre si aceptaría su nombramiento como pregonero de la Semana Santa. "No creo que me lo ofrezcan. He sido pregonero de los carnavales de Olvera y voy a ser Rey Gaspar de la hermandad de la Reina de Todos los Santos la noche del 5 de enero, cuando precisamente se cumplen cien años de que saliera de Rey Gaspar en Sevilla Jacinto Benavente, que acababa de recibir el premio Nobel de Literatura". Le insistió Cervantes sobre la pregunta: "Me veo antes como arzobispo de Sevilla", dijo Correal.
Y pasó a recordar al cardenal Amigo y al pregonero oficioso que nunca fue oficial, Pascual González. "Que Pascual no haya sido pregonero es como que Borges no haya ganado el Nobel de Literatura. Sigue habiendo lectores y la gente sigue disfrutando de las cosas que cantaba Pascual González". En el evento participaron también los fotógrafos Fernando Salazar y Ángel Bajuelo, cuyas imágenes ilustran el libro y a quienes dedicó Correal uno de sus artículos.