El miércoles asistimos ,una vez más, a una lamentable actuación de la
selección española de fútbol tras empatar(y gracias) ante la débil y
mediocre selección bosnia.Días antes también ofrecimos una patética imagen
ante Lituania ganándola únicamente por un gol. Estos reiterados malos
resultados , mala imagen y actitud impotente de nuestra selección no hace
más que provocar una constante desilusión, decepción y vergüenza ajena y
por momentos hasta indiferencia puesto que la afición ,tristemente, tiene
asumido que no damos más que llegaremos de puntillas al mundial y a las
primeras nos eliminarán. Tan triste como cierto
La selección desde hace bastante tiempo nota la falta clara de un delantero
centro de los clásicos, rematadores , goleadores que estén en el momento
exacto en el lugar adecuado aquellos como Santillana, Rincón, Butragueño y
que en estos momentos nuestro fútbol carece de ellos.El único que las reúne
es Fernando Morientes delantero alto cabeceador hábil en el juego de pies
pero que , no entiendo porqué, el seleccionador no lo lleva .Sus razones
tendrá
Pero no es éste el único problema de la selección. En la zona de creación y
tres cuartos tenemos problemas no existe la figura del jugador que da el
último pase , lo sacrificamos al intrometer un medio centro táctico
defensivo como Albelda cuyas aportaciones al juego son nulas. Xavi que
podría realizar la función ofensiva se retrasa y se coloca paralelo a
Albelda esto hace el juego muy plano y obliga a los delanteros a bajar a
recibir atrás y alejarse del área ,su teórica zona de peligro. Se echan de
menos triangulaciones ofensivas, cambios de juego rápidos y más velocidad en
un juego que en cada partido se convierte en más anárquico.
Lo de los delanteros merece punto y aparte , jugamos con 2 jugadores como
Raúl y Torres que no son nueves natos en el caso del atlético es un jugador
hábil y rápido pero con una preocupante carencia de gol. En el caso de Raúl
observamos como se va acabando su ciclo y su calidad ha desaparecido casi
por completo , su innegable entrega, casta y lucha le hacen seguir contando
para sus entrenadores pero la chispa la perdió hace bastante y no está para
ser referencia atacante de ninguna selección que aspire a algo serio en
mundiales o europeos.
Pero mientras nuestro entrenador (al que le llaman ´´sabio´´) no reflexione
no sea consciente y cambie en sus planteamientos mal lo llevamos seguiremos
viviendo en una lenta agonía comparable a la de un pez fuera del agua y no
sé si Luis será capaz de volver a dar vida a un sentimiento que hoy parece
muerto.