Muchos grandes escritores, lideres religiosos del siglo XX y sobre todo, personalidades dedicadas a la promocion de la dignidad humana, han denunciado la concepcion que en la práctica han asumido tantos lideres y autoridades del mundo de "la prevalencia del derecho del Estado o de los gobiernos sobre el derecho individual de la persona humana", justificandolo con razones nacionalistas, patrioticas o de salvaguarda de la soberania. El resultado es el menoscabo y privación de los derechos inalienables de las personas a decidir sus propias vidas, sus propios destinos y seguir su propia naturaleza.
Los derechos de la persona humana son históricamente primarios a las superestruturas estatales y sociales. Por lo tanto esto auna a toda la humanidad en derechos inalienables, independientemente de la raza, el credo, el estatus y la nacionalidad. Plantea la igualdad tanto de un miembro de la tribu tutsi como de un ama de casa noruega.
Investigando este tema en internet me introduje en la pagina de "El Mercurio" de Chile y encontré en un fórum la situacion de los médicos cubanos que se han "quedado" en el extranjero durante el cumplimiento de una misión gubernamental o durante una visita privada. Los múltiples casos citados estan imposibilitados de regresar o al menos visitar a sus familiares en Cuba. En otros casos las autoridades cubanas impiden por varios años la salida de la isla de estos familiares hacia el país receptor del médico aunque ya tengan visado de entrada.
La decision de una persona de cambiar su destino, de mejorar su vida o de empeorarla no existe como derecho vital para el régimen castrista, sino que está condicinada por la salvaguarda de la soberania nacional y otras razones a veces absurdas, por no decir francamente kafkianas. Sin embargo, las autoridades cubanas no tienen igual prohibicion para aquellos médicos que emigran legalmente, aunque en la actualidad son desterrados cinco años a las montañas del país antes de darles el permiso de salida.
Cuba no reconoce la doble nacionalidad. Un cubano sigue siendo únicamente cubano legalmente, aunque se nacionalice taiwanes o chileno. No puede viajar a su propia patria sin otro pasaporte que no sea cubano, cuyo valor es de 200 dolares y estampado en éste un permiso de entrada al país. Imagínense un argentino que resida en España pidiendo esa especie de visa para entrar a su país natal.
Y he aquí la paradoja del surrealismo tropical burocrático cubano: el gobierno lo considera como cubano hasta la muerte y sin embargo lo trata como extranjero y en el peor de los casos, al impedirle la entrada a la tierra que lo vio nacer, como un criminal, un antisocial, un excluido... lo convierte en un "no persona" aunque le extienda un pasaporte oficial.
Independientemente de cualquier consideracion ideológica, política o sociológica, nadie puede entender cómo un médico que no es criminal ni ha cometido delito alguno se le pueda impedir el reunirse con sus padres, sus hermanos, su cónyugue y sus amigos, y por un tiempo impreciso que suena ilimitado. Es el castigo impuesto por la autoridad onmipotente a una persona en lo mas íntimo de su dignidad humana y en lo mas básico del tejido social: la familia.
Mire como se mire esto no tiene justificación.
¿Qué razones aduce el gobierno cubano para discriminar a estos medicos que han decidido por sí mismo darle un nuevo rumbo a sus vidas sin contar con la anuencia, autorización o el permiso del mismo?
Todas las justificaciones y explicaciones que den se pueden englobar en lo que mencionamos al principio: Razones de estado, es decir en el lenguaje "revolucionario", "fuga de cerebros" le hacen el juego al imperialismo, "actividad encubierta del enemigo, campaña mediatica de desaliento", etc, que no dejan de traducir el concepto que tiene el gobierno cubano del individuo como una mera propiedad estatal que no pueden tomar decisiones propias.
Los médicos cubanos son famosos en todo el mundo y no tanto por un excelente conocimiento científico como por su exquisita sensibilidad humana. Son de los profesionales mas sacrificados de la isla, los que sufren mayor desgaste físico y psicológico, los únicos universitarios con uniforme de batallón, los que el gobierno envía a cualuqier rincón del mundo a cambio de apoyo político, dólares o petróleo, aún en los lugares donde los médicos locales no se atreven a practicar.
Algunos simpatizantes argumentan que la Revolucion ha invertido recursos y tiempo en la formación de estos médicos y no tolerará que escapen a su tutela tan fácilmente.Aún las madres más abnegadas y protectoras, aceptan cuando sus hijos crecen y deciden abandonar el hogar y buscarse un lugar en el mundo por sí mismos. Muchas universidades latinoamericanas forman gratuitamente a sus médicos y luego no le exigen quedarse en sus respectivos países de por vida. No son propiedad del Estado, simplemente cumplen con el derecho a una educación gratuita y pública.
Un chileno, un mexicano, un argentino... no entenderian cabalmente esta situacion, pues ellos instintivamente comprenden sus derechos, luchan por ellos y le han costado siglos tener conciencia de su propia dignidad, aunque aún sigan luchando y resistiendo, por reivindicarlo plenamente.
En el caso cubano aún no tienen idea del derecho a esos derechos.
Atentamente Eunice Faure, doctora chilena.