En los últimos tres años se han destruido en Andalucía más de 410.000 empleos, el 12,7% de los empleos existentes a comienzos de 2008. Ésta es una de las conclusiones del segundo informe detallado de Análisis del mercado de trabajo de España y Andalucía en base a la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2011, publicado por la Cátedra BBVA-DT Sur de Análisis Económico de la Universidad Pablo de Olavide. El estudio, cuyos autores son los profesores de la UPO Alfredo Ariza Alfaro y José Ignacio García-Pérez, junto con el becario de investigación David Troncoso Ponce, se encuentra en la web del Máster de Economía y Evaluación de Políticas ( www.upo.es/econ/master ) y presenta un análisis detallado de las principales magnitudes de nuestro mercado de trabajo.
El informe señala que la tasa de paro española se mantiene en el primer trimestre de 2011, y por segundo trimestre consecutivo por encima del 20%: (21,29%, 4.910.166 desempleados). En Andalucía la tasa de paro alcanza el 29,68% (1.187.559 desempleados). Aplicando la definición de parado del año 2002, la tasa de paro estuvo por encima de esta cifra solamente entre el tercer trimestre de 1993 y el primero de 1996.
Sostiene también el informe que en los últimos tres años se han destruido en Andalucía más de 410.000 empleos, el 12,7% de los empleos existentes a comienzos de 2008. En España la cifra se sitúa en más de 2.250.000 empleos destruidos, el 11% del empleo existente en el primer trimestre de 2008. En España el 58% del empleo que se ha destruido en el último año corresponde a empleos indefinidos (156.624) y el 42% restante a empleo autónomo (111.339). Sin embargo, el número de empleos temporales crece, incluso tras la aprobación de la reciente reforma laboral, en más de 25.000 empleos. En Andalucía se destruye empleo en todos los tipos considerados (temporales, indefinidos y autónomos), siendo los temporales los que tienen mayor peso en la destrucción de empleo (casi uno de cada dos) seguidos de los autónomos (uno de cada tres) y, por último, los empleos con contrato indefinido (solo el 24% del total de empleo destruido).
En el informe se subraya asimismo que la actual crisis está demostrando ser mucho más virulenta que la anterior de los años 1992-1993 y lleva camino de parecerse a la crisis de finales de los setenta: En ésta se tardaron 36 trimestres (9 años) en alcanzar el máximo de destrucción de empleo, desde el máximo de empleo anterior. En ese momento el total de empleo destruido suponía el 14,31% del existente a finales de 1977. En la crisis de los noventa se tardaron 11 trimestres en alcanzar el máximo de destrucción de empleo que supuso en esa crisis el 7,86% del anterior máximo conseguido a finales de 1991. En la actual crisis, la tasa de destrucción de empleo se sitúa por el momento en un 11,50% del máximo de empleo conseguido a finales de 2007. Llevamos 15 trimestres con tasas de crecimiento de empleo negativas y aún no hemos encontrado el punto máximo de destrucción de empleo.
También indica el informe que es especialmente llamativa la intensidad que está teniendo, desde el comienzo de la crisis, el paro de larga duración entre los trabajadores con educación básica, y entre estos entre los más jóvenes. El efecto pernicioso que esto puede tener sobre los estratos de edad más joven justifica la necesidad de tomar medidas adicionales de reforma decidida del sistema de contratación de cara a paliar las posibles consecuencias negativas y estructurales sobre la fuerza de trabajo andaluza y española que tendrá una estancia tan prolongada en el desempleo.