Los Agustinos se incorporaron a la ciudad hispalense en la segunda mitad del Siglo XIII y han permanecido aquí durante más de 600 años. Desde su primera época han llegado hasta nuestros días vestigios importantes, como las pinturas que Murillo realizó para el convento de San Agustín.
Este libro descubre los monumentos e instituciones que rodearon siglos atrás la puerta de Carmona, comenzando por ella para continuar con los Caños de Carmona, el arroyo Tagarete, el prado de Santa Justa, el templete de La Cruz del Campo, el monasterio de San Benito, la iglesia de San Roque y la capilla y la Hermandad de los Negritos. Muchas páginas están dedicadas al Santo Crucifijo de San Agustín, una de las devociones más arraigadas en Sevilla, y a la historias alrededor de este milagroso crucificado cuando ocupaba el centro de la religiosidad sevillana. Sobre el autor:
Jesús Manuel Gutiérrez Pérez es religioso sacerdote agustino. Tras terminar los estudios de Filosofía y Teología de la carrera eclesiástica, se licenció en Geografía e Historia en la Universidad de Sevilla. Ha desempeñado su labor docente y pastoral en varias casas que su congregación tiene en España (Palencia, Santander, Cádiz y Sevilla).
Durante sus años de estudiante en la Universidad de Sevilla quedó fascinado por la ciudad hispalense por su rico patrimonio histórico y artístico, por su mezcla de culturas y tradiciones y por su arraigada religiosidad popular. Desde entonces, interesado en profundizar sobre distintos temas sevillanos, ha llevado a cabo investigaciones, fruto de las cuales tiene una anterior obra, El Cristo de San Agustín de Sevilla y publica ahora este nuevo libro para los amantes de los tradiciones de la ciudad.