La Faraona y Rosario posaron en su día "motu proprio". Sin embargo, la joven Alba ha sido "cazada" mientras disfrutaba del mar sin la parte de arriba del bikini, con polémica sobre su edad.
Las mujeres de la familia Flores parecen tener una especial relación amor- odio con la revista Interviú. Hace algunos años, España se conmocionó al ver en la portada del magazine el top less de La Faraona.
Naturalmente, el reportaje hizo correr ríos de tinta. La mayoría instigados por la propia Lola, que juró y perjuró que las imágenes habían sido robadas y que jamás percibió ni una sola peseta por la publicación de las mismas.
La verdad es que fue todo un espectáculo ver a la artista defendiendo su honor en los medios de comunicación. Sin embargo, con los años se ha conocido el trasfondo de este asunto.
Al parecer, los Flores necesitaban dinero para pagar la fastuosa boda de Lolita con Guillermo Furiase. A Lola le ofrecieron hacer las fotos y no se lo pensó dos veces: aceptó los seis millones de pesetas que le brindó el Grupo Zeta.
Pero la artista era una mujer muy lista. Y así, no es extraño que impusiera una cláusulas leoninas a la revista, como la que le permitía hacer un contra reportaje en otra publicación negando su implicación en el desnudo. Además, la mujer de El Pescaílla se reservó el derecho de poner a caer de un burro a Interviú.
Los que también sufrieron las restricciones contractuales de Lola fueron los trabajadores del Grupo Zeta, que, conocedores del asunto, tenían completamente prohibido revelar ni una sola línea del acuerdo.
No hace demasiado tiempo, la periodista Pilar Eyre, que en aquella época colaboraba en Interviú, explicó que tuvo que aguantar los insultos de los seguidores de La Faraona durante sus vacaciones estivales en Marbella. Y es que todo el mundo se tragó el embolado de Lola. Porque como muy bien dijo ella misma: "Yo, de una mentira, hago una verdad".
El testigo de La Faraona lo recogió su hija Rosario, que también fue portada y ocupó varias páginas interiores de la famosa publicación que se pone a la venta los lunes. A Dios gracias, la menor de las Flores no impuso ningún tipo de condición extraña y el tema no tuvo mayor trascendencia.
Esta semana le ha tocado el turno a Alba Flores, la hija del desaparecido Antonio Flores y de Ana Villa. Sin embargo, en esta ocasión, no se trata de ningún posado. La niña ha sido cazada mientras disfrutaba de una jornada playera sin la parte de arriba del bikini.
De momento, la polémica ya está servida. Y es que la representante de Alba ha enviado un comunicado asegurando que las fotos de la nieta mayor de Lola Flores fueron tomadas cuando ésta era menor de edad.
Por su parte, desde el Grupo Zeta explican que el reportaje les fue ofrecido la semana pasada. Y que antes de publicarlo comprobaron dos cosas: que las imágenes estuvieran tomadas en un sitio público, y que Alba fuera mayor de edad en el momento en que fue inmortalizada por el objetivo del fotógrafo. Según ellos, estas condiciones se cumplen. Así que tampoco entienden todo el revuelo que se ha organizado.