El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) acoge una exposición sobre la Nueva Arquitectura en España, que documenta los desarrollos arquitectónicos más recientes en nuestro país. La exposición fue inaugurada el pasado 12 de febrero y permanecerá abierta hasta el próximo 1 de mayo.
La exposición del MoMA supone el reconocimiento de España como un centro internacional del diseño innovador y la excelencia en el campo de la arquitectura, según recoge la propia página web del museo.
Dicha muestra presenta 35 proyectos arquitectónicos innovadores que están actualmente en fase de diseño o construcción, como el sevillano Metropol Parasol, y 18 proyectos que han sido construidos en los últimos años.
El propio museo neoyorquino dice que los proyectos arquitectónicos que se presentan en el MoMA reflejan la diversidad geográfica y generacional de la arquitectura contemporánea en España, los nuevos proyectos, y los nuevos arquitectos de alcance global. Asimismo, los proyectos recogidos por el MoMA son de muy diferente sesgo, ya que podemos encontrar desde una vivienda privada hasta todo un aeropuerto.
La prensa local no se ha quedado al margen de esta exposición. De esta manera, el Washington Post, uno de los periódicos con mayor tirada internacional, ha escrito que hace apenas 25 años la idea de España como centro internacional de la arquitectura de vanguardia habría sido considerada definitivamente estúpida y posiblemente cruel. Entonces España estaba todavía bajo la larga sombra cultural del dictador Francisco Franco, que murió en 1975. La idea de Franco de la arquitectura moderna era de algo para los turistas: la construcción de kilómetros de hoteles con una arquitectura banal que degradaban la cultura local y las playas.
Según palabras de Terence Riley, directora de la exposición sobre la Nueva Arquitectura en España, recogidas por el Washington Post, España es una referencia internacional para la innovación arquitectónica y la experimentación.
Cada uno de los proyectos cuya construcción aún no ha culminado se presenta mediante una maqueta hecha a escala, y por paneles informativos fotográficos que muestran planos del lugar, secciones, alzados, etc. Desde luego, esta es la naturaleza de las exposiciones de arquitectura: siempre se hacen con representaciones. El único modo de experimentar el objeto real es ir allí, pasear alrededor de él, entrar. Estoy convencido, por ejemplo, que la nueva terminal del Aeropuerto de Barajas, diseñada por Richard Rogers en colaboración con Estudio Lamela, es tan brillante y bonita como muestran las fotografías que se exponen en el MoMA. Pero realmente no lo sabré hasta que vaya allí. En cualquier caso, esta exposición es completamente convincente: en España se está construyendo una enorme cantidad de arquitectura de vanguardia, imaginativa, estimulante, provocadora, diseñada por españoles y por arquitectos de todo el mundo, y gran parte de esta nueva arquitectura es de clase mundial, según Riley.
Resto del artículo del Washington Post: Esto se debe en parte, como se enfatiza en el catálogo de la exposición, al modo inteligente en el que España a gastado la ayuda financiera que el país ha recibido desde su ingreso en la Unión Europea en 1986.
No sólo se han renovado por completo las anticuadas infraestructuras, sino que el trabajo se ha hecho generalmente de modo que extendiera sus beneficios más allá de un tramo de carretera o un puente particular.
En Barcelona, por ejemplo, las universidades ya pensaban en este salto creativo antes de que Franco muriera, y este énfasis en la excelencia ha continuado hasta hoy.
Otras ciudades y regiones españolas han seguido el efecto Bilbao, esto es, el hecho no sólo de escoger al arquitecto americano Frank Gehry para que diseñara un museo extraordinario, sino también el hecho de que el edificio de Gehry formaba parte de una estrategia global de desarrollo urbano que recorrió la ciudad de norte a sur.