Los pobladores más antiguos de Sevilla fueron los tartesios, después llegaron los fenicios y posteriormente fue conquistada por los romanos. Según la leyenda, Hércules marcó, con seis pilares de piedra, el lugar donde Julio César fundaría la ciudad de Sevilla. Sin embargo, muchas de las magníficas construcciones que ostenta la ciudad, como la torre o Minarete de la Giralda - - símbolo de Sevilla- - , con sus 97.5 m. de altura, fue en su día la torre más alta del mundo y actualmente lo sigue siendo de la ciudad, así como una de las construcciones más famosas de toda Andalucía. El Palacio Real Mudéjar es otra muestra de la huella, a prueba de tiempo, que los musulmanes dejaron durante el período de ocupación que se extendió desde 711 hasta 1492, cuando los Reyes Católicos recuperaron la región. La historia de la ciudad siempre ha estado estrechamente vinculada con el Guadalquivir cuyas aguas bañan sus tierras fértiles, además de reafirmar la generalización popular de que todas las ciudades más bellas del mundo tienen un encanto natural en común: un rio que las embellece.
El visitante puede vagar sin rumbo por las angostas callecitas del barrio de Santa Cruz con afán de explorar el corazón de la ciudad, comprar un souvenir autóctono, o simplemente seguir la estela de los aromas para picar algo entre la gran variedad de tapas típicas de la región. También tomar una copa en la Hostería del Laurel, en la plaza de los vulnerables, - - mencionada en el libro de Juan Tenorio- - , es uno de los tantos placeres que ofrece esta ciudad. Sevilla es conocida internacionalmente por su pasión por el flamenco, la sensualidad de las sevillanas y las famosas corridas de toro en La Plaza de la Maestranza, donde se han lucido los más valientes matadores de la cultura taurina. De igual placer es salir de paseo a contemplar el panorama espectacular de construcciones góticas, árabes y barrocas a la par de construcciones modernas. Entre estas últimas se encuentran los pabellones construidos para la Exposición Universal en la Isla de Cartuja, en torno al Monasterio de Santa María de las Cuevas, y que han sido ya incorporados al entorno urbano.
Sevilla es una ciudad de notable interés turístico gracias a los numerosos monumentos, plazas, jardines y demás. En plan histórico- cultural, encabeza la lista La Catedral de Sevilla, el templo gótico más grande del país y el tercero en extensión del mundo cristiano, asentado sobre la mezquita más grande de la Sevilla árabe. Considerado patrimonio de la humanidad tanto por la majestuosidad de la estructura como por su impresionante riqueza artística, la Catedral abriga en su interior los restos de Cristobal Colón rodeados de cuatro heraldos que representan la corona de Castilla, León, Aragón y Navarra; obras de Goya, Grosso, Herrera y Zurbarán, los restos del último Rey árabe de Sevilla y los de Fernando III - - patrón de la ciudad- - , entre otros miembros de la familia real. De destacar son el Retablo Mayor, de 18 metros de altura, donde se representa el antiguo y viejo testamento con más de 1,000 esculturas, los púlpitos de caoba cubana tallados, un colosal órgano y hermosas vidrieras del siglo XIV. La vista de la ciudad desde el campanario de la Giralda merece el esfuerzo. También se debe visitar Los Reales Alcázares, La Torre de Oro, El Palacio de San Telmo, La Avenida Constitución - - antigua calle transitada por un supermoderno tranvía- - , La Basílica de la Macarena, la fábrica de tabaco - - escenario de la ópera Carmen de Bizet- - , el Archivo General de Indias, El Palacio de las Dueñas y los jardines del Arboreto de El
Carambolo.
Las calles de Sevilla están perfumadas por azahares y adornadas por patios de murales con azulejos y coloridas buganvilias. Para irse de compras, hay que recorrer las calles peatonales de Sierpes, Velázquez y Tetuán donde están las mejores tiendas y comercios. Al caer la noche, se puede callejear por el lado del río, por la acera que da a la plaza de toros y disfrutar de los pubs y bares al aire libre. O ir de farras en los alrededores de La Alameda de Hércules, punto de encuentro popular para los sevillanos y extranjeros donde hay pubs y bares de todas clases, incluidos los de ambiente gay.
Casa Anselma en el barrio de Triana, a sólo cuatro cuadras de la movida de la Calle Betis, es de las pocas tabernas que no necesita un lumínico para atraer a los clientes a una verdadera fiesta flamenca, que se pone buena a partir de las 12:00 pm. Acá se pueden tomar copas que la propia Anselma, su dueña, reparte a diestra y siniestra mientras los músicos van calentando la atmósfera con sevillanas, rumba y coplas flamencas hasta que llega la hora para la actuación estelar de la anfitriona, quien en la madrugada, ya en su punto, hace aparición iluminada solamente por velas cantando el Salve.
Sevilla se encuentra situada en Andalucía, la región más cálida de España. El clima, si bien agradable en el otoño, en el invierno y la primavera, puede alcanzar temperaturas altas en el verano. La comida y el vino son excepcionales. La gente muy amistosa. Sus encantos dan razones de sobra para entender por qué tantas culturas se la disputaron y constatan, sin duda alguna, el buen ojo de Hércules para seleccionar donde fundar ciudades bonitas.