El educador social Jorge Morillo recibió el pasado 23 de noviembre el III Premio Periodista Manuel Ramírez a la Solidaridad, concedido por su compromiso social y su dedicación altruista durante 25 años en favor de niños y jóvenes desfavorecidos y marginados, a los que ha ido rescatando a la esperanza a través del fútbol. El galardón le fue entregado por Concha Mejías, viuda de Manuel Ramírez, en un emotivo acto en la sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía, que estuvo presidido por la presidenta de la Asociación de la Prensa de Sevilla, Nani Carvajal; el presidente de la Asociación para el Progreso de la Comunicación, Ricardo Ríos, y el propio presidente de la CEA, Santiago Herrero, miembros a su vez del jurado.
El presente premio de cada noviembre se ha convertido a su vez en la excusa perfecta para reunirse una vez al año y recordar la figura de Manolo Rámirez entre amigos y compañeros. Como dijo Ricardo Ríos, entre los presentes no necesitamos que nos lo recuerden porque no lo olvidaremos nunca, pero este acto anual nos permitirá mantener viva la memoria de una persona excepcional por su total compromiso con los demás. Tanto Ricardo Ríos, que abrió el acto, como la presidenta de la APS, Nani Carvajal, o el periodista, Benito Castellanos, que glosó la figura del premiado, coincidieron en lo acertado del galardón de este año y en las similitudes de Jorge Morillo y Manolo Ramírez, con el fútbol como referencia, como béticos, como ejemplares creyentes y, lo más importante, como personas volcadas en toda su vida con los más necesitados, con una permanente dedicación y entrega hacia sus semejantes.
Jorge Morillo, que -según relató emocionado con algunas anécdotas- ha puesto en riesgo su vida en diversas ocasiones, mostró en sus palabras su inquebrantable fe en Dios y su reto constante por la felicidad, la esperanza y el amor, a pesar de las dificultades existentes, un amor que desprenden curiosamente de forma más nítida los que no tiene absolutamente nada. El acto lo cerró el presidente de la CEA, Santiago Herrero, que además de resaltar el ejemplo imborrable para todos de Manolo Ramírez y Jorge Morillo, quiso subrayar asimismo la solidaridad que pretende cultivar desde siempre el gremio de los empresarios, que no por serlo obvian este aspecto de la condición humana. En el auditorio, además de familiares y amigos, hubo una nutrida representación del pueblo sevillano de Constantina, lugar de nacimiento del recordado Manolo Ramírez.