El torero José Ortega se ha visto obligado a dejar de torear debido a un problema cardiaco por el que ha tenido que someterse a un cateterismo en el hospital sevillano de Valme. El cartagenero tenía previsto retirarse de los ruedos a final de temporada, pero por consejo médico ha decidido hacerlo de esta manera. El diestro realizó su último paseíllo en la Región de Murcia en el festival que se celebró el 14 de febrero en El Jimenado (Torre Pacheco), donde cortó dos orejas y un rabo de un astado de la ganadería propiedad de Ortega, Yerbabuena.
El matador de toros José Ortega Cano se ha visto obligado a tomar la decisión de dejar el toreo en activo debido a los problemas cardiacos que venía arrastrando desde los últimos cuatro años. El diestro cartagenero, de 56 años de edad, tuvo que ser intervenido en la jornada de ayer, martes, aquejado de una arritmia, razón por la que los doctores le han comunicado la imposibilidad de que siga toreando en activo. Según ha podido saber este medio, Ortega Cano fue tratado con éxito en Sevilla por el cirujano Luis Pastor, Jefe de Cardiología del Hospital Valmes de la localidad hispalense, a consecuencia de un fluetter -un tipo de arritmia rápida-. La intervención constitió en la introducción de un catéter desde la ingle a una vena cercana al corazón, lo que requerirá un tratamiento de medicación de cuatro a cinco meses. Debido a esto los doctores decidieron que lo más idóneo y recomendable era dejar de realizar esfuerzos físicos, con lo que ello implica paralizar la actividad taurina. En palabras de su apoderado Javier González 'pesa más la persona que el torero', quien, a la vez, quiere ofrecer de parte de su poderdante 'su agradecimiento a toda la afición y prensa por todo el cariño mostrado hacia su persona'. Durante esta temporada, que se había planteado como la de su despedida de los ruedos, Ortega Cano ya había hecho el paseíllo en cuatro festivales, el más reciente el pasado 20 de marzo en Villaluenga del Rosario (Cádiz), donde paseó dos orejas. Su última paseíllo de luces se produjo el pasado 31 de octubre de 2009 en Navalmoral de La Mata (Cáceres). En declaraciones al portal Burladero.com, Javier González, apoderado del torero, ha explicado que los médicos nos dijeron que había un 99% de posibilidades de que no pasara nada, pero que era tontería arriesgarse por un 1% . Es la mejor decisión, que no siga. Físicamente se encuentra bien y esas arritmias tienen mucho más que ver con los disgustos que se lleva que con problemas físicos. A partir de ahora, Ortega Cano volcará sus ilusiones en la ganadería Yerbabuena, desde donde seguirá vinculado al mundo de los toros.
El diestro Ortega Cano no podrá volver a torear más. Así se lo han aconsejado los médicos después de una pequeña intervención a la que fue sometido ayer, consecuencia de unas arritmias y problemas cardiacos sin poder llevar a cabo la 'temporada de despedida' que tenía prevista.
En concreto, el doctor Luis Pastor operó a Ortega de un flutter, una arritmia cardiaca con alteración del ritmo normal del corazón, colocándole un catéter desde la ingle al corazón. Hasta su total recuperación, deberá estar medicado entre cuatro y cinco meses.
Según ha explicado su apoderado Javier González, los galenos "nos dijeron que había un 99% de posibilidades de que no pasara nada, pero que era tontería arriesgarse por un 1%. Es la mejor decisión, que no siga. Físicamente se encuentra bien y esas arritmias tienen mucho más que ver con los disgustos que se lleva que con problemas físicos".
Sobre el estado anímico del torero, González explica que "está triste, porque estaba ilusionado pero también le apetece seguir como ganadero. Le va a costar irse sin decir adiós, como tenía previsto".