El rector Juan Jiménez ha presentado hoy lunes al Consejo de Gobierno el Plan de Austeridad y Optimización de Recursos de la Universidad Pablo de Olavide, en ejercicio de las responsabilidades que incumben a toda Administración que vela por el buen destino de los recursos públicos. Por ello, la Universidad Pablo de Olavide ha entendido que constituye una ineludible obligación adoptar un conjunto de medidas que le permitan afrontar la situación de crisis actual sin merma alguna del cumplimiento de sus funciones docentes e investigadoras. Estas medidas cumplen una doble función de austeridad y de optimización de los recursos existentes, ha explicado el rector de la UPO.
En este sentido, se ha optado por la concentración del disfrute del período vacacional de los miembros de la comunidad universitaria en el mes de agosto para que así quede posibilitada la concentración de la actividad en un reducido número de edificios y el cierre de los restantes. Esta medida permitirá un ahorro de, al menos, 100.000 euros, sólo en lo relativo a este mes de agosto. Se pretende continuar su aplicación los fines de semana y los siguientes periodos vacacionales. El cierre de la Biblioteca de la UPO se concentrará en la segunda quincena de julio y la primera de agosto, tanto para garantizar su prestación de servicios en los períodos de mayor demanda como para permitir las obras que deben conducir a la entrada en funcionamiento de todo el edificio. En función de la demanda, se abrirán salas de estudio alternativas.
En el ámbito de la capacidad docente del profesorado, se ha decidido presentar a un próximo Consejo de Gobierno una propuesta ambiciosa de racionalización del gasto, sustentada en una reducción de las deducciones por cargo académico, por responsable de áreas de conocimiento, por dirección de programas de posgrado, etc. Estas medidas implicarán la ampliación de un 10 por ciento de la capacidad docente de la plantilla, con el fin de liberar los suficientes recursos para hacer frente a la implantación de nuevas titulaciones. En cuanto al personal de administración y servicios, las medidas adoptadas apuntan a la estricta autorización de las horas extraordinarias, entre otras disposiciones.
Además, se adoptarán diversas disposiciones relativas a la reducción de consumos y del gasto presupuestario en varios apartados: una reducción general del 5 por ciento de las partidas de la Administración del Rectorado para lo que queda de 2010, lo que significará un ahorro de 100.000 euros; el ahorro del gasto en telefonía, que permitirá una reducción de 45.000 euros en 2010; la reducción de los gastos de protocolo en un 30 por ciento para el presupuesto del 2011; la elaboración de la memoria de la Universidad en formato electrónico, lo que implicará un ahorro directo de 8.000 euros, o la implantación a partir de octubre de una plataforma de comunicaciones internas, que supondrá un ahorro en los recursos ahora destinados al cumplimiento de esta función. En cuanto al ahorro energético, se pretende reducir la factura como producto de la guía de buenas prácticas elaborada por el Servicio de Infraestructuras de la UPO. Destacar que esta universidad se ha convertido a lo largo de los últimos años en referencia nacional en aspectos relacionados con la eficiencia energética, debido a la implantación de un sistema de control de las instalaciones sumamente exigente.
Asimismo, el sistema de financiación de la Junta de Andalucía para las universidades andaluzas obliga al control del gasto público de la Universidad Pablo de Olavide, por lo que estas medidas suponen un esfuerzo adicional realizado por esta institución pública sevillana. El equipo de gobierno de la UPO estima que las medidas adoptadas supondrán un ahorro de unos 250.000 euros para lo que queda del ejercicio 2010.
