El subdirector de Diario de Sevilla Juan Luis Pavón ha asegurado hoy que las redes sociales constituyen la aportación creativa de la parte de la sociedad que está en la contemporaneidad tecnológica y sin fronteras culturales, hecho que explica por la capacidad de las personas de establecer relaciones, algo que históricamente se ha hecho desde el hombre de Altamira, pero sin los nuevos medios que tenemos ahora. La esencia del periodismo es la misma para Larra que para el Huffington Post. Si Larra viviera hoy, sería un bloguero de éxito y no sólo leído por eruditos. De igual manera, si Pérez Galdós escribiera hoy los Episodios nacionales, su iniciativa se convertiría en una red social colaborativa no exenta del espíritu de la Wikipedia, afirma. Pavón ha realizado estas declaraciones durante el transcurso del seminario La era de las redes sociales. Ciencia y gestión del ecosistema digital. Ciudadanía, economía, educación, innovación e información en las redes sociales, del que es coordinador y que organiza el Centro Olavide en Carmona en colaboración con la multinacional Strands, la Diputación de Sevilla y Cajasol. Lo que el gran público entiende como red social hoy es el uso de plataformas de Internet para favorecer la comunicación y los contactos personales. Pero eso es sólo la punta del iceberg. La red social no es sólo un lugar donde conversar o hacer amigos, sino que es el espacio idóneo para la transmisión de conocimientos, explica. Para ello, pone como ejemplo lo sucedido en la última gran revuelta en Irán: Si en este conflicto no hubiera habido jóvenes conectados a twitter, ni los propios iraníes ni el mundo entero habrían podido conocer lo que estaba pasando realmente, a través de las imágenes o comentarios que se colgaron en la red. De esta manera, una herramienta que en principio servía para una conversación informal, ha permitido transformar las relaciones internacionales con este país a través del conocimiento real de lo que estaba sucediendo en dicha nación. Por otro lado, Juan Luis Pavón explica que, hoy en día, el ciudadano nativo digital está construyendo su identidad a través de los contactos difusos y esporádicos con los perfiles que va creando en las redes sociales, no sólo a través de sus relaciones con su entorno familiar y de amistad. A su entender, este hecho subraya la necesidad de muchos individuos de tener varios niveles de relación social, de mayor a menor intensidad. Para muchas personas, Internet está siendo una tabla de salvación de soledades no queridas, pero también una plataforma extraordinaria de desarrollar capacidades incomprendidas por otras personas que le rodean físicamente, puntualiza Con respecto a la relación entre las redes sociales y el periodismo, asegura que las grandes claves del periodismo no dependen del uso de las nuevas tecnologías. Y justifica su afirmación en el hecho de que descubrir algo o hacer un análisis sobre un tema depende de la visión y capacidad del periodista, del modo particular que tiene de percibir y captar la realidad. Las redes sociales, como nueva ágora de la sociedad, son el gran territorio donde el periodista y las empresas periodísticas tienen que estar asentadas y asumir con inteligencia que han perdido el monopolio de la difusión de la información. Así, puede ocurrir que la información sobre un terremoto la dé a conocer antes una persona en twitter que una agencia de noticias. O que una foto de portada elegida por un periódico la pueda hacer un ciudadano con su móvil, aclara.
Por ello, la función de los medios es transformarse en plataformas que incorporen al ciudadano y le devuelvan con rigor el producto informativo final. Convertirse en la voz de los sin voz, porque antes sólo tenía voz el medio. Las redes sociales están demostrando que muchas utopías son posibles, concluye.