Soy hombre de campo y poco versado en el uso de la palabra escrita, pero hoy quiero atreverme a poner de manifiesto el más sincero y público agradecimiento que todos y cada uno de los criadores de caballos españoles que conformamos ANCCE debemos a esta maravillosa ciudad que es SEVILLA, por el comportamiento que año tras año viene teniendo con SICAB, pero más aun si cabe en esta edición, donde la crisis, la climatología adversa, y otras razones no menos relevantes parecían poner en peligro la celebración del Salón Internacional del Caballo en su vigésima edición.
Mucho se habló en semanas pasadas sobre un hipotético traslado de SICAB a Madrid, y si eso era incierto en esos momentos hoy lo es mucho más si cabe. El ejemplo de cariño hacia el Salón que pude contemplar con mis propios ojos el pasado Sábado fue realmente inenarrable. Ver las interminables colas de sevillanos antes las puertas de acceso al Palacio de Congresos, soportando la lluvia torrencial, de verdad que me pareció un espectáculo sobrecogedor.
El día era de brasero y tarde de futbol sin salir de casa, con los dos equipos hispalenses jugando en la capital y la perspectiva de una tarde que parecía empeñada en demostrar que cuando aquí llueve, lo hace con verdadera generosidad.
Lo cierto es que esa imagen de las interminables colas, la tengo grabada en la retina desde entonces, y no logro desprenderme de ella. Cuando en el espectáculo de gala de SICAB dábamos la noche del sábado los homenajes a los sevillanos ilustres, que tanto han hecho por la ciudad, no pude por menos que acordarme de esos otros de cientos, de miles de sevillanos que con su cariño, y a pesar de todos los inconvenientes, han logrado consagrar el Salón del Caballo Español como una fecha fija en el calendario de verdaderas fiestas de la ciudad.
Este año hemos celebrado con Sevilla nuestra 20 edición, y creo que el Caballo Español, y todos los que conformamos este mundo, debemos, cuando menos, garantizar que SICAB seguirá siendo patrimonio de la ciudad al menos 20 años más. Gracias Sevilla.