Alberto Morais, con Las olas, siente que tiene un compromiso para hacer cine volviendo la vista atrás hacia un periodo que los de su generación no vivieron: el franquismo y la transición.
El realizador de Hearts Boomerang, Nikolay Khomeriki, cierra el círculo que empezó con un cortometraje abordando la historia de un hombre que se tiene que enfrentar a la muerte
Julie Gavras presenta su comedia romántica en la madurez Tres veces 20 años encantada con una Isabella Rossellini sin retoques ni problemas para reconocer su edad
Sevilla, 6 de noviembre de 2011.- El director de Las olas, Alberto Morais, ha comentado esta mañana, tras la proyección de su película en el Teatro Lope de Vega, que su generación, la de los nacidos en los años 70, tiene un compromiso y debe volver la vista atrás y enfrentarse a un pasado que no hemos vivido, como es el franquismo, o que nos ha cogido demasiado jóvenes, la transición. En este contexto situó su película, con la que compite por el Giraldillo de Oro en la Sección Oficial del Sevilla Festival de Cine Europeo 2011.
Las olas es una de las cuatro películas españolas que compiten en la Sección Oficial del SEFF11, con 16 cintas en total, y está protagonizada por Laia Marull y Carlos Álvarez-Novoa. El estreno español de este filme llega después de haber triunfado en el último Festival de Cine de Moscú, donde se llevó el Premio San Jorge de Oro a la Mejor Película y el San Jorge al Mejor Actor (Carlos Álvarez-Novoa), además del Premio Internacional de la Crítica (FIPRESCI).
El protagonista de la cinta ha reconocido las dificultades para interpretar un papel para el que el director le puso muchos límites a la hora de manifestar los sentimientos con gestos y expresiones. Alberto Morais es responsable en un 50% de la construcción de mi personaje, por ese cuidado que puso a la hora de dirigirme como actor, ha dicho Carlos Álvarez-Novoa. También ha recalcado que parece que no ocurre nada, pero en la película suceden muchas cosas.
En los mismos términos se ha expresado su compañera de reparto, quien ha confesado que esta mañana ha visto la película por primera vez: He salido muy tocada, igual que cuando leí el guión, porque aunque parezca que en la película no ocurre nada, al final te deja un poso muy difícil de describir, ha subrayado Laia Marull.
Los espacios son los otros protagonistas de la cinta, como ha reconocido su director: Tengo una visión muy horizontal, porque los espacios, la periferia, los márgenes también cuentan muchas cosas, ha remarcado.
También dentro de la Sección Oficial, se ha proyectado Hearts Boomerang, dirigida por Nikolay Khomeriki, quien ha relatado algunos de los entresijos de esta cinta rodada en blanco y negro y que ha abierto la mirada del SEFF11 hacia el cine ruso, en el año en que el certamen está dedicado a la cinematografía de este país. De este modo, esta tarde (19.30 horas) será la Gala Celebración del Cine Ruso con esta película en el Teatro Lope de Vega como apertura. Esta película empieza con un cortometraje que rodé antes y por eso es un boomerang, ha comentado el director del filme, al tiempo que ha subrayado que tanto aquella cinta como Hearts Boomerang son sus dos películas más queridas, deseadas y personales.
Su gusto por el blanco y negro, según ha continuado, responde a que puede ofrecer mejor una sensación de temporalidad e incluso de documental. En cuanto a las dificultades de un rodaje, a veces a -30º, no se ha lamentado. Cuando un director dice que una película le ha costado mucho, no creo que sea cierto, porque todas cuestan mucho, y además, si se hubiera rodado en verano hubiera sido más difícil concentrarse, ha bromeado.
También esta mañana ha ofrecido una rueda de prensa la directora de Tres veces 20 años, una coproducción Francia-Reino Unido-Bélgica que cerró la programación anoche en el Teatro Lope de Vega. Julie Gavras, que propone una comedia romántica con protagonistas de 60 años, ha resaltado que su objetivo era precisamente salirse del guión habitual para este tipo de historias. Quería una comedia romántica distinta, no con personajes de 20 o 30 años, sino de 60, pero a la vez sincera y mucho más interesante a esa edad, ha dicho la directora.
No le ha resultado fácil. Entre otras cosas, la primera dificultad fue encontrar a una actriz que no se hubiera realizado retoques en la cara y que, además, quisiera confesar que tenía 60 años, ha apuntado en referencia a la protagonista de esta película, Isabella Rossellini. También tuvo dificultades porque se empeñó en buscar a dos actores que antes no hubiera trabajado juntos, que fueran una nueva pareja, y la emparejó cinematográficamente con William Hurt.
Finalmente, la directora de esta película, igualmente incluida en la Sección Oficial, ha hecho referencia al peso que supone llevar este apellido, por ser hija de Costa-Gavras: Siempre me lo preguntan, y claro que influye, por eso tardé tanto en decidirme a hacer cine, y además porque los inmigrantes siempre han querido que sus hijos fuéramos abogados o médicos. Para concluir: El hecho de que todos nos hayamos dedicado al final a esto hace que las comidas al mediodía los domingos en casa tengan siempre conversaciones muy interesantes, ha concluido.
SECCIÓN CANAL ARTE
Por otra parte, han comparecido en rueda de prensa el director y los protagonista de El color del océano (España y Alemania) incluida en la Sección Canal ARTE. Su director, Peter Welter, ha destacado las dificultades de una película rodada en tres idiomas (inglés, alemán y español) , pero se ha mostrado satisfecho: Creo que el resultado es muy bueno.
Le han acompañado dos actores españoles para la presentación de la cinta, Álex González, en el papel protagonista, y Natalie Poza, que como ella ha apuntado tiene un papel muy pequeño pero con un personaje que la entusiasmó desde que leyó el guión. Es una película sobre la compasión y la enfermedad que yo creo que tiene hoy día el ser humano: no saber ponerse los unos en el lugar de los otros, ha descrito la actriz.
Por su parte, Alex González, ha definido su papel, el de un policía fronterizo en las Islas Canarias que se topa con la llegada de una patera, como un personaje atormentado por la culpa y una rabia y odios desmedidos hacia todo lo que representa el extranjero.