El productor, que ha recibido hoy el Premio de Honor Nacional del Sevilla Festival de Cine Europeo, reconoce que el cine no es fácil en ninguna parte del mundo.
La crisis no es el inconveniente porque afecta a la parte industrial, pero el talento no depende del euro, subraya el también presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de España.
El exhibidor, distribuidor y productor Enrique Gonzalez-Macho ha reflexionado esta tarde sobre la realidad del cine en Europa, y especialmente en España, momentos antes de recibir el Premio de Honor Nacional del Sevilla Festival de Cine Europeo. En su opinión, el sector no está especialmente mal por la crisis, ya que en el cine eso es algo permanente, y afecta a la parte industrial, pero no a la creativa, porque el talento no depende del euro. Tras lo que ha agregado: Esto quiere decir que, como tenemos buenos profesionales, tenemos el 50% intacto.
El presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de España, cargo que ostenta desde el pasado mes de abril, ha sido reconocido en el SEFF11 por su incansable trabajo a favor de la difusión del cine europeo, por su amplia y fructífera actividad en distintas facetas de la industria cinematográfica y por ser pionero en el acercamiento del cine ruso a las pantallas españolas, en un año en el que el certamen está dedicado al cine hecho en Rusia. La concejal de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, María del Mar Sánchez, ha sido la encargada de entregar el premio al productor en el escenario del Teatro Lope de Vega. El elogio del premiado lo ha hecho José Luis García Sánchez, quien rodó sus primera película El love feroz con la producción de Enrique González-Macho.
El productor se ha mostrado tajante a la hora de hablar sobre las políticas de ayuda a esta industria.
Si no hubiera subvenciones, no habría cine en ningún país del mundo, como mucho un poquito, dos o tres películas al año, ha declarado, tras agradecer y considerar un honor el premio otorgado por el SEFF11. Si alguien quiere hacer cine para hacerse rico, mejor que se dedique a otra cosa, porque no quiere decir que no se gane dinero, pero el riesgo es demasiado elevado para lo que reporta, ha continuado. Y es que, como ha precisado, no hay posibilidad de recuperación, porque la película es un intangible, un celuloide que no vale nada si no funciona, al tiempo que ha remarcado que las subvenciones nunca suponen más del 50% del riesgo del productor.
Por otro lado, el que está considerado uno de los máximos defensores del cine hecho en España, ha dejado claro que, aunque su trayectoria esté vinculada a la cinematografía española y europea, no es una cuestión de nacionalismo. El cine me gusta con mayúsculas y en esto no soy en absoluto nacionalista, y si una película está bien, me da igual de dónde venga.
Por su parte, el director del SEFF11, Javier Martín-Domínguez, ha destacado de él que cubre una parte fundamental, y a veces oscura, del cine, como es la distribución, exhibición y producción, por lo que ha tocado todos los palos. Lo ha definido como uno de los adelantados del cine ruso, ya que gracias a él, tuvimos acceso a las primeras joyas de esta cinematografía.