El Málaga se impuso con más claridad de la esperada al Sevilla en el encuentro que cerraba la jornada en La Rosaleda.
Ambos equipos llegaban a la cita necesitados tras una mala serie de resultados que les habían descolgado de la pelea por Europa. Ésta necesidad sólo la pareció entender el equipo de Pellegrini, que salió al terreno de juego con una tremenda intensidad que borró a los de Marcelino del encuentro. El conjunto malacitano nos regaló sus mejores minutos de la temporada. Posesión con Cazorla e Isco de estiletes, presión intensa arriba con Rondón y Seba Fernández actuando como auténticos perros de presa y, sobre todo, mayor equilibro en la transición ataque defensa al alinear el técnico chileno a Maresca junto a Toulalán en medio campo formando un doble pivote necesario en este equipo. Mientras tanto, el Sevilla seguía en el hotel. Deplorable actitud del conjunto hispalense.
Así, el resultado de esto no podía ser otro que el primer gol del Málaga. Corría el minuto siete y Cazorla le puso un balón perfecto a Weligton para que éste, absolutamente solo rematara a la red con un buen cabezazo. Tras el gol el partido siguió con el mismo guión. Pese a su mal encuentro, el Sevilla se encontró con el empate a penas siete minutos después obra de Luna tras una genialidad de Negredo dejando pasar el balón. Esto parecía que podía haber dado un vuelco al partido, pero nada más lejos de la realidad. Los locales se lanzaron a por el empate y pronto consiguieron sus frutos. Cuatro minutos después, en el enésimo error de la zaga sevillista Rondón se plantó ante Javi Varas sin conseguir anotar pero Seba Fernández, el más listo de la clase, aprovechó el rechace para establecer justicia en el marcador.
Tras el segundo gol la intensidad malacitana bajó sensiblemente y eso hizo que el Sevilla se encontrara más cómodo. Los de Pellegrini sólo volvieron al comienzo de la segunda mitad produciendo una clara ocasión de Isco que desbarató el bueno de Javi Varas. En este nuevo panorama de fútbol rácano los de Marcelino se encontraban más cómodos y a punto estuvieron de empatar en los minutos finales. Anularon un gol a Coke por un claro fuera de juego, Diawara y Negredo inquietaron a Willy Caballero e incluso el Málaga se quedó con diez por expulsión de Isco, pero, sin que sirva de precedente, el fútbol fue justo e hizo que los hispalenses se fueran de vacío de La Rosaleda. Mucho tienen que mejorar los de Marcelino si quieren acabar en puestos europeos, mientras que sí se vio un atisbo de mejora en el Málaga. Les falta continuidad en su juego. Veremos si Pellegrini consigue que los suyos la mantengan.
Tras este resultado, el Málaga se queda a un punto de Europa League mientras que el Sevilla se queda a tres pero, ojo, que también está a seis del descenso.