Eran las cinco de la tarde, si , hora taurina donde las haya, y se abrió una vez más la puerta grandede la Fundación Carrere en la Avda. de Coria, la puerta grande de la ilusión en el barrio de Triana, barrio insigne y universal, orgulloso de sus cosas y de su gente que traspasan distancias, idiomas o credos para hacerse famoso en el mundo entero. Barrio de barrios donde los haya, cuna de alfareros, ceramistas, marineros, artistas, cantaores, pintores, toreros insignes y mientras caía la tarde se iban arrancando los motores de los coches, esos motores que parece que iban a más revoluciones de lo normal, acelerados, potentes, rotundos y redondos.
Se acercaba la hora prevista de salida de la cabalgata de Reyes Magos de Triana y nuestros corazones se aceleraban como los motores de nuestros coches, eran las cinco y media cuando el coche guía del Club Híspalis 4x4 anunciaba al pueblo de Triana que se ponía en marcha la cabalgata de la ilusión que tanta falta nos hace en estos duros momentos para seguir adelante, y no solo de la ilusión si no también de la esperanza, que menos que repartir esperanza en un barrio donde ella se hace Madre en la calle Pureza. Y digo esto porque no solo los coches del Club Híspalis 4x4 harían llegar la cabalgata a cada recoveco del barrio, si no que además con todo lo recaudado se hará una compra y entrega al banco de alimentos de Sevilla que tanto lo necesita, con esto queremos aportar nuestro granito de arena.
Dieciséis carrozas pusimos en la calle, dieciséis carrozas de magia y duende escoltadas por mas de millar y medio de beduinos, según la organización, que bailaban, cantaban, reían y repartían felicidad por unos momentos a todo el que encontraban a su paso, bandas de música, caballistas abriendo el cortejo, carrozas repletas de niños y niñas perfectamente disfrazados, todo un espectáculo de luz, sonido y color en la tarde noche de Triana.
El día anterior los Reyes magos de Sevilla pasaron en volandas por el barrio que necesitados de ellos y su alegría se volcaron a la calle para ver pasar el cortejo más numeroso en participantes de toda Sevilla, según CECOP, que preparó un perfecto dispositivo de seguridad junto con protección Civil y la organización de la cabalgata para que todo se sucediera como debía y que nuestros coches pudieran llevar muuuuuuuy despacito esas carrozas por esos mares de personas que había en la calle.
Avanzamos como gusta en Triana, suave, despacito, casi con ese izquierdo alante que tanto gusta en el andar de nuestros pasos y nos recreamos en el cuando hace falta dar ese pellizco a los corazones de la gente.
Durante todo el recorrido la emoción del público fue indescriptible, gritos a los Reyes para que lanzaran caramelos, juguetes, incluso roscos de reyes que lanzaba Baltasar a su paso. Como digo emoción indescriptible y nunca contenida durante todo el paso de la comitiva.
Ya con la luna arriba, llegando a la Calle San Jorge, a nuestra vuelta para encarar la recta de la calle San Jacinto, se hizo la luz, el momento mágico del encuentro de la cabalgata con su río, y esa brisa marinera con la que el Guadalquivir perfuma la Plaza del Altozano, convertía el momento en mágico, si durante todo el recorrido las calles estaban literalmente tomadas, en la entrada a San Jacinto se hacía totalmente imposible avanzar, así que nos tomamos las cosas con calma y pasito a pasito, poco a poco, de frente y ganando metro a metro fuimos llegando a la capilla de la Estrella donde el que escribe vivió un momento de emoción importante al presentar la carroza de Baltasar a la Virgen y hacer en la misma puerta una parada para rendir pleitesía a la madre, si la estrella de la ilusión brillaba, Ntra. Sra. De la Estrella lo hacía con luz propia en su altar y así seguimos TRIANEANDO, como gusta en el barrio y los conductores de Híspalis 4x4 nos adaptamos a la liturgia fenomenalmente, disfrutando, gustándonos y viviendo una simbiosis con el barrio que nos animaba, tocaba las palmas y nos agradecía a cada metro que remolcáramos la ilusión y esperanza por sus calles.
Cumpliendo los horarios encarábamos la recta final en la Avda. de Coria que estaba totalmente masificada para ver la entrada de SS.MM. que se resignaba con tristeza al final del momento mágico, emoción hasta el final, cuando paré en la puerta de entrada a Baltasar, que ya exhausto, hacía el último esfuerzo por complacer a toda la plebe que en la calle le aclamaban y a los que intentaba acallar lanzando roscos de reyes, pero todo tiene un fin, y de nuevo poco, muy poquito a poco traspasamos el umbral que nos hacía despedirnos de Triana hasta el año próximo, era la última chicotá.
Tras la entrada emoción, besos, abrazos y felicitaciones para todos por la grandeza y buen hacer del cortejo, felicitación y mención especial para todos los conductores del Club Híspalis 4x4 por su excelencia desde la recogida de carrozas la noche anterior, hasta la entrega de nuevo de las mismas en la mañana de hoy día 7.
Felicitaciones para TODOS los que componeis el Club Híspalis 4x4 y habéis participado de una forma u otra de parte del director del distrito Don Manuel Ales y del director de la cabalgata D. Manuel Pérez que han estado colaborando con nosotros en todo momento, gracias a ellos también por permitirnos disfrutar tanto, a la vez que nos permiten ayudar a los demás con esta acción solidaria del club.
Sin duda todos hemos quedado con ganas de más y ya esperamos con ansias el próximo año para repetir e incluso mejorar, si es posible, nuestra intervención en la cabalgata del Barrio.
Triana es mucha Triana y la gente de Híspalis 4x4 ha estado a la altura de las exigencias en todo momento.
VIVA TRIANA Y VIVA VOSOTROS!!!!!!
Un abrazo a todos
Antonio Rañó Areales
Vicepresidente del Club Hispalis 4x4 de Sevilla.