Chipiona, 9 de enero de 2015.- El mejor novelista del siglo XIX español, Benito Pérez Galdós, ha recuperado hoy viernes su presencia en el nomenclátor de Chipiona con la rotulación de una plaza con su nombre en las inmediaciones del Faro.
El insigne escritor, que inmortalizó a la localidad en su obra Trafalgar, incluida en los Episodios Nacionales, dejó de contar con el homenaje de la localidad cuando se decidió en el año 2003 que la que era su calle desde 1931, situada entre Jesús de la Misericordia y avenida de Sanlúcar, pasara a llamarse Nuestro Padre Jesús Cautivo.
Incomprensiblemente, a Pérez Galdós, amigo personal del autor chipionero Federico Oliver Crespo y del Doctor Tolosa Latour, del que fue un activo colaborador junto al Padre Lerchundi en su proyecto de creación del Sanatorio Marítimo de Santa Clara, no se le reubicó la calle.
Hoy viernes 9 de enero, más de una década después, el Ayuntamiento de Chipiona, a propuesta de la Comisión para la revisión del callejero, ha rotulado la plaza ubicada en la confluencia de la calle Ramón y Cajal y la avenida de La Cruz Roja con el nombre del autor de los Episodios Nacionales.
El profesor y periodista Juan Mellado Poza, miembro de la Comisión para la revisión del callejero ha sido el encargado de realizar una semblanza sobre Benito Pérez Galdós en la que ha reflejado la importancia de Chipiona en su obra literaria y su relación con el Doctor Tolosa Latour, Federico Oliver Crespo y el Padre José Lerchundi. Juan Mellado ha explicado que la calle de Pérez Galdós se mantuvo en Chipiona ininterrumpidamente desde 1931 durante más de setenta años, incluso durante el franquismo, y le fue retirada en época democrática.
En el acto también ha contado con la participación del Club de Lectura de la Biblioteca Municipal que ha leído dos fragmentos de la obra Trafalgar
El Alcalde de Chipiona, Antonio Peña, ha dejado constancia de que, con la rotulación de esta plaza en su nombre, se hace justicia con Benito Pérez Galdós, por su relevante e indiscutible figura literaria. Al mismo tiempo, ha afirmado, se garantiza que perdure para próximas generaciones su estrecha vinculación con nuestra tierra y la idea del propio Galdós de que consideremos la lectura y el conocimiento como un alimento fundamental.