“La colaboración entre Alcázar y artesanos está dando excelentes resultados, con una gran aceptación en ventas de artículos”, según ha comentado la delegada Carmen Castreño |
La delegada de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales del Ayuntamiento, Carmen Castreño, y la presidenta de la Federación de Artesanos de Sevilla, Ángeles Terán, han presentado hoy la segunda colección de productos inspirados en el Real Alcázar, monumento declarado Patrimonio Mundial por la Unesco y cuya marca van a utilizar los talleres autorizados y tras una cesión controlada de la misma y tan solo para los artículos seleccionados.
Son ya 23 los artesanos sevillanos que utilizan esta marca, tras incorporarse siete en esa segunda colección, compuesta por foulards pintados a mano, rosas en hierro forjado con texto tallado, joyería esmaltada al fuego, tazas realizadas en porcelana, piezas de estampación digital sobre cuero, marcapáginas de flores prensadas, papel de encuadernación artesano con distintos motivos en relieve, pañuelos mandalas en seda natural pintados a mano, joyería cerámica, reproducciones de azulejos del monumento o cerámica creativa. Con ese nuevo catálogo, el número de artículos se eleva a 60 –sin contar con las variantes de un mismo modelo–.
Castreño, quien ha estado acompañada también por el alcaide del Real Alcázar de Sevilla, Bernardo Bueno, su directora conservadora, Isabel Rodríguez, y la directora de la tienda del recinto palaciego, María José Rivero, ha destacado la gran calidad e innovación de estas “pequeñas maravillas” inspiradas en monumento, “que surgen, además, de un laborioso proceso primero de investigación y después de creación”. “La colaboración está dando excelentes resultados y una gran aceptación en cuanto a las ventas de los artículos, tanto en la tienda oficial del Real Alcázar como en otros puntos de venta de los propios talleres”, ha abundado.
El Ayuntamiento considera la artesanía como un sector estratégico en sus políticas económicas de desarrollo local y, por ello, presta apoyo a los artesanos a través de varias iniciativas, “sobre todo para mejorar sus canales de comercialización”, según ha recordado la delegada.
En la primavera de 2016, el Patronato del Real Alcázar de Sevilla decidió registrar la marca Real Alcázar de Sevilla, que hasta entonces, a pesar de la importancia de este recinto palaciego, no estaba protegida en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Se inició además un proyecto de investigación aplicada con la Federación Artesanal de Sevilla sobre qué elementos y motivos del monumento podían trasladarse a la producción artesanal, y posteriormente hubo un periodo de creación, presentación de prototipos y selección. De este surgió en diciembre de 2016 una primera remesa de artículos, como pañuelos de seda, azulejos cerámicos, abanicos, tazas, etcétera. Fueron entonces 17 los talleres sevillanos.
El uso de la marca se realiza atendiendo a tres estrictas exigencias. Una, se trata de una cesión controlada de la utilización y, por tanto, desde la Dirección del Alcázar se controla esta producción. Dos, sólo el Real Alcázar puede autorizar otras creaciones artísticas. Y tres, calidad y el escrupuloso respeto al monumento y a lo que significa para la cultura y la historia de la ciudad son condición sine qua non para cualquier autorización.
De cara a la redacción del Plan Estratégico Sevilla 2020-30, el Consistorio encargó a una consultora un informe de diagnóstico sobre la actividad artesanal en la ciudad, donde se constataba la existencia de 278 talleres y 500 empleos.