La realización de podas brutales (poda total de ramas o tala inacabada) garantiza que en un plazo de 3-6 meses el árbol volverá a tener el mismo volumen pero con muchas más ramas finas que cuando tengan peso y venga una lluvia seguida de un viento, romperán y caerán. Estas podas “totales” debilitan el árbol. Los servicios públicos de mantenimiento de arbolado deben elaborar un Manual de Buenas Prácticas. Es importante que este Manual sea elaborado por técnicos y personal del servicio y que se de a conocer a todos los trabajadores que intervienen en los distintos procesos y trabajos. Es necesario generar un compromiso de calidad entre todos los que intervienen. Estas malas prácticas están generando entre los vecinos más afectados, un sentimiento de fobia hacia el árbol y quieren que se quieten. El árbol no tiene la culpa es un problema de mantenimiento y de calidad en la ejecución de los trabajos.