El confinamiento de estos últimos meses ha permitido vivir unas condiciones especiales que sin duda son un laboratorio de ensayos que nos puede aclarar algunas dudas sobre el desarrollo del teletrabajo y la venta online. El teletrabajo reduce los desplazamientos profesionales y contribuye que las ciudades sean más sostenibles.
Por obligación hasta un 30% de la población española ha estado teletrabajando. Este es un dato real pero o extrapolable al futuro. En países en los que el teletrabajo está consolidado el teletrabajo supone el 15% en Países Bajos (Holanda) y Finlandia, un 11% en Luxemburgo.
La venta online ha consolidado una cifra de compras del 15% para ropa en general y los más optimistas estiman que puede llegar hasta un 25% de las ventas totales. Lo cierto es que las empresas del sector están en una nueva estrategia de fabricación y comercialización. La robotización permite que las marcas más importantes que fabrican en Asia a coste bajo, hoy, puedan fabricar a costes incluso más bajos en sus países de origen. La robotización permite montar nuevas fábricas en los países de origen, con un coste de producción incluso menor. La venta online provoca que se cierren tiendas y locales que no sean estratégicos paras las grandes marcas.