A este árbol se le han cortado las raíces superficiales que sirven para mantener el equilibrio y estabilidad y se le ha hormigonado.
Las obras pre electorales están provocando numerosos daños en varias plazas y calles con arbolado. La contaminación de los alcorques por restos de obra y materiales y la eliminación de raíces superficiales, sigue siendo un grave problema que está tipificado en las ordenanzas municipales. Una vez más tenemos que hacernos eco del daño indiscriminado al arbolado urbano por parte de algunas constructoras durante la ejecución de obras y la falta de inspección y vigilancia que evite estos daños. Uno de los aspectos más problemáticos de la trama verde urbana es el arbolado viario.
El árbol es un elemento extraño en la ciudad y requiere de un tratamiento digno y adecuado que le permita cumplir su función ambiental básica que no es otra que la de producir oxígeno para permitir a los ciudadanos respirar cada día. Además de ésta función básica hay otras funciones destacadas como son: el control de la erosión, el confort climático, mediante la producción de sombra, tan necesaria en nuestro clima y una función más que es la puramente ornamental y estética.