Guille (Guillermo García Muñoz) nació en 1986 en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y la música le viene de cuna porque creció en un familia con solera. Tíos suyos son Manolo Sanlúcar, Isidro Muñoz y José Miguel Évora, palabras mayores y exquisitas en la música española. Cantante y compositor de todas sus canciones, Guille publica el 7 de febrero de 2012 su primer álbum, La madrugada huele a pan, que cuando se escucha del tirón sorprende por su sólida madurez, insólita en un debutante.
Las canciones de Guille nos descubren a un autor que cuida las melodías y las inyecta lirismo, que no se contenta con desarrollarlas con tres acordes y que ofrece sofisticación en los ritmos y los arreglos que ha elaborado con sencillez y buen tino Borja Évora bajo la mirada del elegante Isidro Muñoz, productor del álbum para que todo quede en familia. Porque La madrugada huele a pan (título que evoca a Isidro Sanlúcar, panadero, guitarrista y padre y maestro de Manolo Sanlúcar e Isidro Muñoz) también tiene un aroma artesano y cercano, con la calidez y el mimo que que da trabajar con los que le han visto crecer.
Desde pequeño dormía con guitarras a mi lado, dice Guille. Cogía una y tonteaba. Un día, quería hacerle un regalo a mi chica y no tenía un duro, así que compuse una canción y se la grabé. Mi tío Isidro la escuchó y me animó a hacer más. Grabamos otras cinco y así empezó todo. Es el comienzo de la historia de Guille, que llega hasta la grabación de La madrugada huele a pan
Aquella primera canción es Por ti, una de las 12 que suenan en el álbum. Compongo con la guitarra, con inspiración, continúa. Creo historias en mi cabeza, algo imaginativo. Mi familia me dice que sea yo, que crea en mí. A pesar de su cuna, Guille no es un artista flamenco aunque no reniega de su vena sureña. Escucho todo lo que suena en la calle, dice. Pop internacional, español, flamenco . Por eso, sus canciones atrapan; porque conocen el suelo que pisan y la inspiración de Guille vuela por muchos lugares siempre con elegancia.
La madrugada huele a pan se abre con la canción elegida como primer single, Con un beso rozo el cielo, un medio tiempo inspirado, con una cálida envoltura musical que enriquece su aire sureño. Después, Baila morena cambia de tercio con un comienzo que podría acercarse a lo más actual e interesante de la música latina, para mezclar después ambientes latino-cubanos con cierto aire funk en una canción de tendencia claramente contemporánea.
Te regalo un ratito se abre con aire clásico para reflejar la naturalidad de Guille para componer canciones rotundas y con vocación de éxito sin perder la calidad ni las armonías elaboradas. No somos santos ni astros ofrece un aire más smooth en las programaciones sin dilapidar tierra ni raíz, para desembocar en un estribillo rumbero-latino con balance y altura. Por ti es una balada despojada marcada por el piano de Borja Évora en la que Guille muestra su capacidad de cantante emocionado.
Una vida entera mantiene el aire sereno en su comienzo para transformarse en un medio tiempo de gran lirismo, mientras Es cosa de dos es otro ejemplo de cómo transformar la raíz en pop sofisticado con estupendos ambientes tejidos por abajo. Joselito por la puerta grande es una de las canciones más flamencas del álbum, mientras Nada te negaría ofrece ritmos poco habituales en el pop para una magnífica canción con aire bluesy en las guitarras eléctricas. Desnudo en tu hogar retoma ambientes clásicos con un desarrollo melódico sugerente y sorpresa en el puente, Te quise tanto con cuidadas programaciones de Borja Évora y Si tú te vas cierra el álbum con sensualidad brasileña.
Son las canciones de La madrugada huele a pan, un álbum grabado en El Estudio (Cádiz), con Borja Évora a la producción, arreglos, piano, programaciones, ingeniería de sonido y mezclas. Évora comenzó su trayectoria trabajando en Medea de Manolo Sanlúcar, para continuar produciendo a Papa Levante, Falete, Gala Évora y Los Chichos, entre otros, y se ha lanzado en solitario con el álbum Mi mare le puso nombre (grabado con su banda La casa del sur naciente) y el Borja Soleá Ensemble.
La experiencia de Borja Évora ha impulsado las canciones de Guille con una frescura diferente en el pop español. Canciones con aventura que suenan de aquí, de allá, de cualquier parte. Algunas alegres y refrescantes; otras con su punto de melancolía. Todas con el corazón por delante y que llegan por derecho. Canciones con un universo propio y con una sensibilidad especial. Es la aparición de un artista de vocación y alcance. Me veo siempre dedicado a la música, siempre con mi guitarra, siempre componiendo dice Guille, que remata: Tengo una medicina cuando estoy mal: mis canciones. Y con su guitarra, Guille comienza la gira de presentación de La madrugada huele a pan, cuyos primeros conciertos confirmados son:
03 febrero Sabadell (La Sala) 04 febrero Madrid (Rincón del Arte Nuevo) 23 febrero Mérida (Jazz Bar) 24 febrero Mayorga (Secretos Café teatro) 10 marzo Murcia (Sala Musik)