Crítica de cine: La chispa de la vida
La historia no es nueva. Usar los medios de comunicación para sacar tajada económica de la tragedia de un ser humano es algo que ha sido contado por el cine en numerosas ocasiones, desde los tiempos de Un gran reportaje (1931). La cinta que más se asemeja a La chispa de la vida es El gran carnaval (1951), de Billy Wilder; en ella, un hombre atrapado en una mina es usado por un periodista sin escrúpulos (Kirk Douglas) para conseguir el gran reportaje de su vida, en connivencia con un sheriff local que sólo piensa en su reelección.
