YO LAMENTO
El abogado de Samuel Benítez afirma lamentar que la sentencia absolutoria de su cliente haya de ser reconsiderada por la sala de la Audiencia Provincial que la dictó, como ahora le ordena el Tribunal Supremo. Lo lamenta porque refiere que Samuel estaba ya a punto de conseguir un trabajo y de rehacer su vida. Está claro que un abogado se dedica a defender los intereses de quien se los encomienda. Pero estimo que adolece de la más mínima delicadeza quien argumenta en clave de lamento las posibilidades vitales de un ser humano, cuando otro -la víctima- se ha quedado sin ninguna. El estupor y la indignación por estas manifestaciones se ha extendido a través de las redes sociales y en los apartados de comentarios que los periódicos ofrecen a sus lectores. No voy a citar el nombre de este abogado, porque los profesionales del Derecho entiendo que están para hacer brillar a la Justicia, no a sus nombres. Si es por mí, su popularidad habría de venirle por otra parte.
