Al cruzarme con unos y con otros pienso que son corazones solitarios y tristes. Me dan pena. Me siento afortunada de tener familia y amigos.
Pero algo me dice que quizás soy yo uno de Ellos.
Acerco despacio mi dedo índice a la herida para ver si duele y siento escozor.
Pienso que la sociedad no funciona, que no nos comunicamos y le echo la culpa de todas mis insatisfacciones.
Vuelvo a tocar la herida, ésta vez sangra.
Huelo la sangre, está fresca.
Me pregunto por qué me siento sola.
Cruzo el rio, paseo por la Avenida de la Constitución. Dejo atrás ,a mi derecha, la regia catedral de Sevilla.
Llego al trabajo, saludo y la soledad sigue a mi lado, porque me pertenece .
La invito a comer conmigo , a pasear por mis calles, a invadir mis sueños. Le digo que puede ser mi sombra,hablar y reirse conmigo.,y ser testigo de mi vida.
Ahora somos dos. Ella y yo, como dos amigas.
Yá no estoy sola.