Su mirada, apagada, perdida en el vaso de güisqui, cada vez me incitaba más a mimarlo. Acababa de volverse el hombre más rico del mundo y sólo atendía a jugar con el hielo de un lado a otro del vidrio. Invirtió lo que le quedaba en lotería, pensando que había tirado lo único que tenía, cansado de rondar empleos que parecían prometedores . Fue cómo un suicidio monetario .Ser millonario no le dejaría descansar, ni seguir con el segundo suicidio que tenía planeado. Tiró con genio hacia la pared lo que le quedaba en el vaso. En la mancha de la cal mojada vio la sombra de un gigante con garras que crecía muy deprisa y que se movía a la par que él. Reconoció sus orejas pegadas y los pelos revueltos mientras su cuerpo aumentaba de tamaño por dentro y por fuera. El pobre hombre, encolerizado, de una patada, tiró las cinco banquetas que rodeaban la barra, su furia parecía desbocada, nada le detendría. Su futuro estaría capitalizado, ya no pondría más sus quejas en lo que no se podía comprar con los euros. Las excusas se le acabaron.¿Cómo disfrazaría su tristeza ahora? Tendría que ser más fuerte que en toda su vida. Demostrar que sabe invertir lo que ha ganado, pero sobre todo saber disfrutar de lo que tiene. ¿Sabría hacerlo? El hombre pequeño, infeliz,tartamudo,maniático, entraría en un mundo nuevo con tierras movedizas, túneles poco iluminados, puertas a elegir… Se durmió apoyando su cabeza en la barra y se cayó al suelo moviendo la tierra del golpe. Al despegar sus pestañas, se encontró iluminado por un rayo de luz que justo caía sobre él, atravesando las cortinas rotas de una habitación abandonada. Buscó el décimo de lotería en el calcetín maloliente que llevaba puesto en su pié derecho, y tras hurgar con el dedo índice, empezó a babear de los nervios. ¿Qué cojones pasa que no encuentro mi billete?- gritó cómo si esperase que alguien le diera una respuesta. Lo había perdido y con él sus ambiciones a la nueva vida, hasta la ansiedad de tener que pensar en hacer bien las cosas…pero había ganado algo. Ya no pensaría en un tercer suicidio.El dinero no era su objetivo en ésta vida…tendría que aprender a buscar que es lo que le haría feliz en éste mundo…si ser un holgazán ó tener una ilusión por las mañanas y levantarse con las manos abiertas esperando recibir alegrías con las que nunca habría soñado.