En el caso de haber ganado en el colegio San Agustín a su más directo rival, hubiera dejado casi sentenciada la competición. Pero el triunfo del C.D. Fundosa deja muy abierta la pelea por el título. Eso sí, al menos el básquet average sigue favorenciéndoles a los de Manu Balderas, gracias al cual mantienen el liderato.
C.D. FUNDOSA ONCE, 67 (16- 17- 15- 19)
C.D. ONCE- ANDALUCÍA, 60 (10- 10- 15- 17)
Baloncesto en silla de ruedas
Campeonato Nacional de Liga. División de Honor. Trofeo Fundación ONCE. 16ª jornada
Sábado, 15 de marzo de 2008. 18:30 horas
Colegio San Agustín (Madrid)
Alineaciones:
C.D. Fundosa Once: Cinco inicial: Cristina 0, Turek 22, Muiño 9, Gavira 9 y Bert 16. Vera 2, Iglesias 0, J. Gómez 2, Cobo 0, Mingo 0, D. Gómez 2 y Llambi 5.
C.D. ONCE- Andalucía: Cinco inicial: Tania Romero 3, De Paz 26, Latham 10, Vargas 9 y Sánchez 4. Beiro 2, Muñoz 0, Lolín 0 y Navarro 6.
Árbitros: Antonia Gómez (Barcelona) y Araceli Mulet (Barcelona)
No ha podido ser. La visita a la cancha del C.D. Fundosa Once podía deparar un resultado positivo, la victoria, o uno negativo, la derrota. Y así ha sido. No es una perogrullada esta afirmación, ya que hay partidos en los que las únicas alternativas posibles son ganar o ganar. En Madrid, y ante un rival como el capitalino, tan lógico es vencer como perder. Y ante un ambiente tan enrarecido como han sabido preparar los madrileños, traerse para Sevilla el botín de los dos puntos que había en juego era una empresa más complicada de lo habitual.
Los de Manu Balderas han vendido muy cara la derrota, pero los despistes del segundo cuarto han sido decisivos en un duelo trepidante, muy igualado y tenso, en el que cualquier momento de relajación podía costar caro, como ha sido le ha ocurrido hoy al C.D. ONCE- Andalucía.
Y es que el encuentro ha respondido a las expectativas. Ha sido el típico enfrentamiento entre dos de los clubes más laureados de la historia del baloncesto en silla español, y los dos claros dominadores del mismo en los últimos 20 años. Calidad, fuerza, presión, emoción ingredientes clásicos en este clásico nacional.
Los dos equipos sabían lo mucho que se jugaban sobre la cancha del colegio San Agustín. Eran sabedores de que la pelea por el título, seguramente, se reducirá un ejercicio más a ellos dos. Por eso, el duelo de esta tarde tenía tintes de gran final. Encima estaba en juego el básquet average. Los madrileños tenían entre ceja y ceja, no sólo el triunfo (un resultado negativo le hubiera otorgado a los auriverdes un 90% del campeonato), sino también enjugar esa diferencia de 19 puntos que se dio en el partido de ida en el CRE Luis Braille. Por esta razón no ha sido extraño que los locales jugaran con una tremenda presión durante todo el duelo, que Latham, De Paz y Vargas se encontraran a veces con la necesidad de alejarse del aro rival para quitarse la gran presión de sus enemigos. Y bien que el C.D. ONCE- Andalucía ha echado de menos los muchos puntos que el australiano o pívot sevillano se han dejado en el camino. No son habituales las puntuaciones de ambos, pero es que era realmente complicado zafarse de tanta presión. Menos mal que el capitán de Valencina de la Concepción, De Paz, tiró de su repertorio y se sacó de su particular chistera nada menos que cinco triples, que si no, quizás, la crónica de este partido se estaría escribiendo con una tinta más amarga, porque podría ser que ese básquet average se hubiera perdido.
Pero no ha sido así. El C.D. ONCE- Andalucía ha sabido dar la cara. Incluso ha estado hasta casi el final con serias aspiraciones de ganar, y al haber caído por sólo siete puntos puede seguir presumiendo de ser el líder y el principal candidato al título.