Hola amigas y amigos
Hoy empiezo por las amigas, ya que haciendo balance pienso que no había demasiadas mujeres en el campo base, ni demasiadas en la cumbre... mando mi enhorabuena a todas las chicas nepalíes (11) que hicieron cumbre unas un dia despues que nosotros y otra el día 23.
Esto es un cambio, un pais que está cambiando. Acabo de llegar a Kathmandu, la situación política ha cambiado y poco a poco se notará también en la situación social, prueba de ello las chicas nepalíes montaneras.
Así es, me siento orgullosa de formar parte de esa minoría de mujeres que se atreven a retos grandes e innovadores, ya hubo muchas mujeres que nos abrieron camino, pero en nosotras esta el seguir transitándolo, no dejar que se borre la huella abierta.
Gracias a todos los que me han ayudado en esta empresa, desde el primer amigo que me ensenó a rapelar (Jesús Cortés), hasta otras mujeres que creyeron en mí cuando les contaba que quería ir a hacer un ochomil (Ana Belen, de la Delegacion de Turismo y Deporte de Sevilla) y no se rieron, sino que me apoyaron.
Quiero agradecer a la Consejería de Comercio, Turismo y Deporte su constante confianza depositada en mi, a la Diputación de Sevilla, tanto su Excmo. Presidente como la Diputada y Directora de Deportes me escucharon, me animaron y me acompañaron en esta experiencia.
Amigos de empresas sevillanas, como ACRON, Trabajos de Altura, con los que compartí días de escalada y querían que pusiera su logotipo en lo más alto del mundo, también recibí su ayuda, la Revista ASM Sevilla, que me apoyo en todo momento así como la tienda Bazar Juvenil.
Todos ellos junto con alguna marca que se me olvidara, todos así como mis compañeros de Campo Base, Juanra y Jordi (Pais Vasco), Xavi Arias y Xavi Aymar (Cataluña), Jose y Ricardo (Córdoba, Andalucia), entre todos hemos intentado que los días de espera se hicieran cortos, jugando a las cartas, leyendo, hablando, tomando tés, día tras día de convivencia, de risas y de echar de menos a la familia, a las parejas, a los hijos... cada uno con su vida y con sus ilusiones, pero todos humanos y amigos por igual, hemos conseguido un reto, una meta, estamos contentos pero sobre todo agradecidos porque los dioses del Himalaya nos han tratado bien, no hemos sufrido congelaciones, ni ningún tipo de contratiempo. Así desde este modesto blog, les doy las gracias a todos ellos por hacerme sentir una/o más del grupo sin distinción de ningún tipo.
Gracias amigos a todos, sé que desde la Delegación Provincial de Sevilla siempre he recibido ayuda y aliento, Gracias D. Francisco Obregon, por creer siempre en mis proyectos casi imposibles.
Gracias a todos y un fuerte abrazo desde Katmandú.