La bogadora del Náutico Sevilla ha defendido el pabellón de El Salvador. Su debut olímpico se ha producido con el puesto 22º en skiff.
La competición de remo de los Juegos Olímpicos de Pekín ha tenido representación del Náutico Sevilla por medio de la salvadoreña Camila Vargas, que se entrena en el Guadalquivir desde hace dos años, tiempo en el que defiende el pabellón de la entidad hispalense en competiciones regionales y nacionales. En esta ocasión, bajo la bandera de su país, esta skiffista de tan sólo 21 años ha debutado en unos Juegos con un 22º puesto final, tras ser cuarta en la final D, que no la invita sino al optimismo con vistas a futuras citas internacionales. Así lo reconoce tras volver de tierras asiáticas, donde ha combinado turismo y deporte. Ha sido una experiencia inigualable. Aunque eran las mismas competidoras de los Mundiales, las conocía, y no suelo ponerme nerviosa, las ansias antes de las regatas eran distintas. Para ser mis primeros Juegos, y más en este deporte, que va para largo, creo que está muy bien. Poco a poco estoy progresando y la verdad es que me veo en los próximos Juegos, con cuatro año más pero con el mismo entusiasmo.
La competición de remo de los Juegos Olímpicos de Pekín ha tenido representación del Náutico Sevilla por medio de la salvadoreña Camila Vargas, que se entrena en el Guadalquivir desde hace dos años, tiempo en el que defiende el pabellón de la entidad hispalense en competiciones regionales y nacionales. En esta ocasión, bajo la bandera de su país, esta skiffista de tan sólo 21 años ha debutado en unos Juegos con un 22º puesto final, tras ser cuarta en la final D, que no la invita sino al optimismo con vistas a futuras citas internacionales. Así lo reconoce tras volver de tierras asiáticas, donde ha combinado turismo y deporte. Ha sido una experiencia inigualable. Aunque eran las mismas competidoras de los Mundiales, las conocía, y no suelo ponerme nerviosa, las ansias antes de las regatas eran distintas. Para ser mis primeros Juegos, y más en este deporte, que va para largo, creo que está muy bien. Poco a poco estoy progresando y la verdad es que me veo en los próximos Juegos, con cuatro año más pero con el mismo entusiasmo.
Por otra parte, representar a El Salvador en cualquier regata es fantástico - prosigue- , porque a parte de disfrutar del campeonato, en tu sombra se dibuja una bandera de dos colores. Sabes que hay gente en El Salvador que te apoya y ser un ejemplo para muchos niños que disfrutan el remo es gratificante, como también me pasa en Sevilla. Porque remar en el Club Náutico es más que un honor para mí, que ahora digo con orgullo que soy nautiquera. Me dieron la bienvenida con los brazos abiertos y eso es más de lo que pedía. Estoy feliz de que sea el Náutico el que me haya dado techo en España. ¿Y qué mejor agradecimiento que demostrarlo?, añade la salvadoreña.
Camila abrió la competición olímpica siendo tercera en su serie eliminatoria (8:32.06). En la repesca, buscando plaza para las semifinales, no pasó de la quinta posición. Y eso que con 8:11.79 mejoraba ostensiblemente su estreno. Ya en las semifinales de consolación, logró una cuarta plaza que le relegó a la final D, donde fue cuarta para ocupar el 22º puesto final.