Víctor Orta | Secretario técnico del Sevilla F.C.
De niño le apasionaba el fútbol, creció enamorado de los cromos del Mundial de México 86 y el fútbol español se le quedó pequeño. Siempre desde un punto de vista como aficionado, jamás pensó que su pasión se convertiría en su forma de vida. Aprendió idiomas para leer las publicaciones deportivas internacionales, aún recuerda los años en los que estudió italiano para poder leer la Gazzetta dello Sport. Estudiante de química, la vida le llevó por otros caminos cuando comenzó a colaborar en los medios de comunicación, Marca, Radio Marca o Eurosport contaron con sus servicios aunque fue en una empresa de representación de futbolistas cuando tomó su primer contacto con el fútbol profesional. Tras un año como secretario técnico en el Real Valladolid, una llamada de Monchi le hizo hacer sus maletas con destino a Sevilla. Víctor Orta lleva vinculados cinco años al club sevillista como secretario técnico, encargado de la parcela internacional, pocos como él saben tanto del fútbol mundial.
Pregunta.- ¿Cómo es un día de trabajo en la vida de Víctor Orta?
Respuesta.- Aunque cada día es distinto, los lunes son muy importantes. Leo unas tres horas de prensa diaria, viendo sobre todo crónicas de partidos que no he podido ver, luego recopilo los informes del fin de semana de nuestros ojeadores, alguna reunión por la tarde y por la noche siempre veo uno o dos partidos en los que esté interesado. La noche es el mejor momento para ver fútbol.
P.- Cuando ve partidos grabados, ¿le importa saber el resultado de antemano o intenta no saberlo?
R.- Veo una media de unas 40 horas de fútbol semanales, donde mejor se ve es en el campo, en directo. Cuando veo partidos grabados no me importa el resultado, si veo un partido en diferido es porque ya sé que hay algún jugador o de los que me interesa o que puede interesar y me centro solo en eso.
P.- ¿Alguna anécdota que recuerde?
R.- El fichaje de Kerzhakov fue de los más duros, el jugador quería venir a toda cosa y me encontré con quizás la Rusia más oscura, llegué incluso a recibir amenazas en mi hotel. También recuerdo lo que impresiona ver cómo se vive el fútbol en África o vivir en directo un Boca Vs River. Me considero afortunado por seguir viviendo tantas cosas como aficionado a pesar de los años que llevo ya metido en el fútbol profesional.
P.- ¿Qué es lo primero en lo que se fija cuando comienza a seguir a un futbolista?
R.- Creo que en fútbol del siglo XXI es muy importante la velocidad, hay que ser rápido sin necesidad de ser explosivo. Rápido de mentalidad, con el balón en los pies
P.- ¿Cómo planifica los fichajes un club como el Sevilla?
R.- Dividimos las ligas según su importancia en tres grandes grupos, las más importantes van en el grupo A, que son Inglaterra, Francia, Holanda, Portugal, Italia, Alemania, Brasil y Argentina. De esas ligas de agosto a enero se ve fútbol en bruto, cada mes hacemos un once ideal de esas ligas con futbolistas futuribles para el Sevilla. Nos quedan unos 300 nombres en los que nos centramos de enero a marzo y ya en marzo hacemos el último filtro en el que se quedan en unos 4 ó 5 nombres por puesto y nos ponemos a trabajar exclusivamente en ellos para la próxima campaña.
P.- ¿Qué liga podría ser considerada como una mina de diamantes?
R.- No sé si es una liga de diamantes pero me atrevería a decir que una liga muy competitiva, con muy buen estilo de juego y los campos llenos es la Bundesliga. También es muy interesante la liga francesa, en ambas ligas su nivel legislativo frente a las deudas es muy restrictivo y los equipos no pueden deber dinero como en España, por lo tanto tienen necesidad de vender por lo que sus jugadores son más accesibles.
P.- ¿Cuál diría que es su futbolista fetiche?
R.- Creo que me quedaría con Van Basten, un auténtico goleador, elegante, alto Podría haber jugado perfectamente en el fútbol moderno y sería una estrella.
P.- ¿Qué jóvenes talentos destacan ahora en el panorama internacional?
R.- Si Neymar elige ser un jugador efectivo en lugar de efectista tiene todo para ser un futbolista extraordinario. Me gusta mucho otro joven brasileño que juega en Sao Paulo, está en la selección sub 17, jugador parecido a Kaká, Lucas Piazón.
P.- Usted viene de los medios, ¿es realmente tan delgada la línea que separa su trabajo en un club profesional con el trabajo de otros especialistas en prensa?
R.- El trabajo es totalmente distinto. Como bien dijo Passarella, los periodistas deportivos son los invictos porque nunca pierden, juegan con el resultado. Es mucho más sencillo hacer comentarios en la televisión que en un club donde te juegas tu puesto de trabajo con tus decisiones sobre determinados futbolistas.
P.- ¿Cree que la prensa dificulta los posibles fichajes cuando se producen filtraciones?
R.- Eso es una tontería, mucha gente cree que eso sucede. No digo que no haya pasado alguna vez pero es raro, que algún club se interese en un jugador a través de lo que sale en la prensa pasa una vez de cada quinientas. En lo único que influye es en el posible aumento de precio del jugador cuando su nombre salta a la prensa.
P.- Lleva ya bastante tiempo en el Sevilla, ¿Cuál es su recuerdo más bonito?
R.- Hay grandísimos recuerdos pero me quedo con la final de Copa del Rey del 2010, con todo lo que sucedió durante el año, que nos dieron por muertos y que era el fin de un ciclo se demostró que fue un proyecto que sigue muy vivo.
P.- Cuando el Sevilla gana un título, ¿se siente partícipe de él?
R.- Sí, sin duda. Una de las cosas que mejor hace este consejo de administración por parte de José Mª Del Nido es que hace partícipes al 100% de los éxitos conseguidos a todos los miembros del Sevilla Fútbol Club.
P.- Le dedica muchas horas a su pasión que es el fútbol, ¿Cómo influye eso en su vida familiar?
R.- Afecta radicalmente, poco a poco voy madurando y sé diferenciar mejor la vida profesional de la personal pero realmente me cuesta. Cuando trabajas en tu pasión, terminas siendo egoísta contigo mismo.
P.- ¿Se siente realizado como secretario técnico o aspira alguna vez a la dirección deportiva de un club?
R.- En el Sevilla no trabajaría sin Monchi, en la vida, hay un fuerte lazo emocional que está por encima de todo. Ahora mismo estoy plenamente centrado aquí como secretario técnico y a día de hoy no tengo aspiraciones por irme a ningún club, siempre que me den confianza y me quieran aquí. Tengo un contrato con el Sevilla que renuevo año a año, y eso me hace sentirme exigido y no me da miedo el trabajo y la exigencia.