El color verde de la ampliación del tranvía se demuestra desde la propia concepción de ese proyecto, al apostar por un medio de transporte sostenible, y en el desarrollo constructivo del mismo, donde se han previsto iniciativas que atañen a mejoras sobre el arbolado, la fauna, la sombra, las aceras, el clima, el conjunto paisajístico y, en suma, mejoras para los vecinos y las vecinas de Nervión, que, además, tendrán más confort para sus calles.
Al trasplantarse los árboles desde la mediana hacia las aceras, se traslada la sombra precisamente allí donde transitan los peatones, amortiguando además el ruido que llega a las viviendas por el tráfico rosado, mejorando las condiciones de humedad, minimizando la emisión de gases y partículas a la atmósfera, etcétera.
La presencia de más arbolado en el acerado, además de suponer mayor capacidad de depuración del aire, favorece el llamado 'Efecto Biofilia', es decir, la percepción y proximidad de la naturaleza. Se reduce la radiación solar incidente, incluida la radiación ultravioleta.
El proyecto, asimismo, supone reducir 1,4 millones los kilómetros de circulación en vehículo privado al año, con la consiguiente reducción de las emisiones de dióxido carbono y la contribución al medio ambiente.