Pueden ser varias las causas aunque destacamos algunas: que la especie plantada no es adecuada al clima de la zona; la planta no viene en buenas condiciones con un cepellón adecuado; la plantación no ha sido realizada en la época adecuada y no se han dado varios riegos copiosos los primeros días; no se ha entutorado y el viento ha movido el árbol impidiendo su correcto enraizamiento; la más común es la falta de mantenimiento durante los dos primeros años de plantación.
En el caso de la foto se han plantado dos especies: Liquidambar styraciflua y Ginkgo biloba no son especies adecuadas para plantar en este clima a pleno sol. En el caso del Liquidambar hay que añadir que es un árbol piramidal con ramas desde la base, no es el adecuado para plantar pegado al bordillo de la acera con paso de autobuses, ya que hay que desfigurarlo y resubirlo para que no golpee con los vehículos. El Liquidambar en Sevilla puede prosperar con algo de sombra aunque siempre con un crecimiento contenido por el clima y la altitud.