Crítica de cine: "El último concierto"
Los cuatro protagonistas de esta historia llevan tocando música juntos desde hace 25 años. Forman un cuarteto de cuerda que ha logrado el éxito y la fama internacional. Funcionan como la maquinaria de un reloj, han conseguido el ensamblaje perfecto entre las cualidades de cada uno. Dos de ellos forman un matrimonio con una hija que también aspira a dedicarse al violín, otro es el primer violinista, un genio que vive soltero, y el cuarto es el más veterano de ellos, un maestro del chelo que creó la formación y dirige al grupo. Nada puede hacer pensar que entre estas cuatro personas (que llevan conviviendo durante un cuarto de siglo) pueda surgir la más pequeña desavenencia, pero la vida, a diferencia de la música, no es tan perfecta como un pentagrama, y el tempo y los vibratos son imprevisibles.