Nochevieja de Francisco Gallardo
Nochevieja de Francisco Gallardo

La Patrona de la orden Carmelita, la llamaban Estrella del Mar, por lo que es patrona de marineros y pescadores
La procesión hizo estación en el Monasterio de San Clemente y en el Convento de Santa Ana
La decana de las cofradías carmelitanas de la ciudad hispalense partió de su capilla en torno a las ocho de la tarde
Sevilla ha cerrado la primera parte del ciclo de procesiones letíficas, la cual hemos vuelto a vivir en toda su plenitud
El regreso, que no retorno, del autor a su barrio de San Lorenzo me ha calado muy hondo.
Iba a comenzar por decir que no había podido evitar emocionarme al leer la última obra del médico y escritor sevillano Francisco Gallardo, pero qué puede esperar alguien ante la lectura de un libro sino que le tiemblen los cimientos de su existencia, que le inste a hacerse preguntas y, por qué no...
Dice un refrán que de la familia y del doctor, cuanto más lejos mejor pero si todos los médicos son como Francisco Gallardo, lleno de humanidad, el refrán pierde todo su sentido.
Evocación. Con Bécquer y Cernuda como ‘guionistas’ del espacio y del tiempo, el médico Francisco Gallardo reconstruye su particular descubrimiento del mundo en la infancia
La Hermandad del Carmen de Santa Catalina, celebra su salida procesional cada año el día de su onomástica de la virgen del Carmen, desde su sede provisional de la Parroquia de San Román, por estar su templo en obra.
En la memoria, un niño de cinco años baja las escaleras, pisa la luz blanca del patio, esa mañana no está echado el toldo bajo la montera de cristal, sortea las macetas con grandes hojas verdes y sale a la calle de la mano del padre. Detrás se cierra la cancela grossiana de ranitas vidriadas. No va solo, le acompañan sus hermanos. El cielo está alto, muy alto, azul, claro, con un sol de invierno que no calienta. Hace frío, mucho frío, el abrigo gris de espigas, seguramente heredado de un hermano mayor, no consigue mitigarlo. Tiembla el niño, que lleva el tiempo cernudiano en el bolsillo, cuando pisa el mármol antiguo de la parroquia de San Lorenzo. Suena el órgano bequeriano, quizá algún motete de Eslava. Tras la misa, rellena una cartulina blanca rayada con sus datos. El niño, ¿cuántos siglos caben en una hora de niño?, ya es hermano de la Virgen de la Soledad. Era el 30 de diciembre de 1963, el penúltimo día del año maldito de la riada, en febrero, cuando desde el cierro de casa el mismo niño miraba, atemorizado, el trasiego de barcas por la Alameda.
Francisco Gallardo (Sevilla, 1958) iba para estrella del basket, pero la vida le condujo hacia la medicina deportiva. Otra de sus pasiones, la literatura, le ha acompañado también a lo largo de los años, y ahora debuta como novelista con El rock de la calle Feria (Algaida), una intensa mirada a los 70 en su ciudad.