Aunque llevamos ya casi treinta años sin aquello que los niños de mi época llamábamos los "Palos del Castillo" aún perdura entre mis buenos recuerdos aquellos momentos tan agradables y festivos que pasábamos allí jugando, unas veces los utilizábamos como portería para jugar al fútbol, otras para tomar la sombra después de haber estado jugando, o mariscando en el corral de "Ramoncito", subiéndonos a ellos con los pantalones arremangados para no mojarnos mientras bajaba la marea, o simplemente trepando en ellos a ver quien aguantaba más tiempo colgado de los brazos a aquellos palos. A veces, como no éramos conscientes de la utilidad ni del significado de aquella empalizada, pues el dueño del Hotel Castillo nos reñía y nos echaba, no dejándonos jugar allí.
¿Pero que era realmente aquello que a los niños nos encantaba y los mayores solían aprovechar durante el verano para tomar la mejor sombra que la playa de la Cruz del Mar tuvo siempre?
Pasado un tiempo comencé a darme cuenta de que era una empalizada que sostenía el comedor del Hotel Castillo. No tuve nunca la ocasión de disfrutar de él, comiendo o bebiéndome una cerveza sobre él, pero debía de ser una pasada, ya que no creo hubiese entonces un lugar mejor para ello en Chipiona.
Posteriormente cuando comenzó mi interés por coleccionar fotografías y recortes de prensa antiguos de Chipiona me fui dando cuenta de la importancia que tuvo en los comienzos del turismo y el veraneo de Chipiona.
Desde el año 1887 tenemos noticias del Castillo como Hotel. En el año 1900, se utilizaba como residencia para pasar sus vacaciones algunas familias aristócratas como recoge la prensa de la época: <<El airoso Castillo de Chipiona es propiedad de mi querido amigo el ex diputado a Cortes y Gobernador de Zaragoza D. José de la Bastida, quien tuvo la bondad de invitarme a pasar unos días en tan amena y concurrida residencia de verano, que sirve de oasis delicioso a toda una colonia de aristócratas familias de Andalucía.>>
Grandes hosteleros de Sevilla como los "Hermanos Ricca" propietarios de "Hotel Europa" de Sevilla, posteriormente María Dolores Naval Mellado, Carmela López Naval,Antonio Bueno Castellano o Manuel Monge Bueno fueron sus principales gestores hasta el año 1989 en que se cerraron sus puertas quedando abandonado hasta el año 2007 en que se restauró para darle su actual uso por parte de nuestro Ayuntamiento.
Grandes personajes de la aristocracia pasaron por este Hotel del Castillo, En 1922, con motivo de la estancia veraniega en él durante más de cinco años de SS.AA.RR. Don Carlos de Borbón y Dª Luisa de Orleáns se le realizó una reparación al Castillo.
María de las Mercedes de Borbón, madre del actual Rey Emérito Juan Carlos I, describe en sus memorias su estancia en Chipiona de esta forma: <<Pero donde de verdad lo pasábamos de maravilla era en Chipiona, que entonces era un sitio muy tranquilo, con una playa enorme y estupenda. Íbamos todos y vivíamos en un castillito que hay junto al mar. La playa estaba delante y, un poco más allá, los corrales famosos que se llenan cuando sube la marea y cuando se retira están llenos de pescados. ¡Por lo menos, entonces era así!
Me acuerdo de un pescador viejo que se llamaba Espejo, pero al que todo el mundo, con mucha gracia, llamaba Pejito. Nos acercábamos al corral, le señalábamos un lenguado o el pescado que fuera y él, entonces, con un tridente y un sable lo pinchaba y ¡hala! fuera. Nos divertíamos horrores con él, que era muy cariñoso y simpatiquísimo como buen gaditano>>.
El Marqués de las Navas, el Marqués de la Casa de León, Don Antonio León Manjón, y muchísimas otras familias de las más destacadas e influyentes de Andalucía pasaron por él.
Bernardino Ricca, dueño del "Hotel Europa" de Sevilla, lo ofertaba como: <<Magnífico establecimiento de baños de oleaje en la playa de Chipiona>>. <<Punto de reunión de las principales familias andaluzas>>. Definiendo a Chipiona como: <<pintoresca villa, inmediata a Sanlúcar de Barrameda y que por sus condiciones higiénicas fue elegida por el Doctor Tolosa Latour para la instalación del Sanatorio de Regla.>>
Como podemos ver en una de las fotografías, la empalizada alojaba sobre la parte superior el comedor, y bajo éste, tenía una segunda planta donde se tomaban los baños de mar.
María Dolores Naval siendo su regidora por los años 30, lo hacía así: <<Terraza sobre el Mar, 100 habitaciones, baños calientes y fríos, agua corriente, esmerado servicio de cocina, mobiliario nuevo, todo confort, Orquestina para amenizar bailes de verano.>> Recordemos que el agua corriente en Chipiona se instala en 1961 y ya en 1935 este hotel la tenía instalada en sus dependencias.
En resumen, el Castillo y su empalizada significaron para Chipiona en el comienzo del veraneo chipionero, un papel importantísimo que no debemos olvidar.
Juan Luis Naval Molero. Cronista Oficial de la Villa de Chipiona.
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