A pocos días de que comience la actividad en los centros educativos y a dos semanas de que se inicien las clases en algunos niveles, la Federación local de asociaciones de madres y padres ‘Marielo’ de Chipiona ha transmitido públicamente la inquietud con que están viviendo las familias una vuelta a las clases marcada por la situación de pandemia.
La Flampa chipionera deja constancia de la preocupación e incertidumbre sobre las medidas de seguridad que se van a implantar en los centros, de cómo puede afectar a esos abuelos que en muchas ocasiones se ocupan de llevar y traer a sus nietos cada jornada escolar, del derecho de todos los niños a una educación de calidad, del problema de la conciliación de la vida laboral y familiar, del riesgo al que se ven expuestos los maestros y de lo que califica como “ nula comunicación de la Junta de Andalucía con las familias, cuyas competencias de educación incluyen la organización del curso escolar y la contratación del personal funcionario que debe impartir la formación”.
Muchas madres y padres, anuncia esta entidad que agrupa a diez asociaciones de la localidad, “si no ven suficiente seguridad, no llevarán a sus hijos al colegio”.
La Flampa Marielo también expone que la delegada de Educación del Ayuntamiento de Chipiona le ha informado que se está tramitando “el aumento del personal de limpieza en horario escolar en cada uno de los centros públicos, así como la habilitación de algunos servicios más y la mejora progresiva del mantenimiento de los centros públicos que son de su competencia”. También apuntan que desde el Ayuntamiento se ha demandado a la Junta de Andalucía un incremento de los recursos para facilitar el cumplimiento de los protocolos por parte de los centros educativos.
La Flampa también da cuenta de que las direcciones de los centros educativos han informado a las asociaciones de madres y padres respectivas que los colegios están realizando unos protocolos de actuación para el desarrollo del curso escolar en esta situación de pandemia y que los mismos se han elaborado mediante instrucciones enviadas por la Consejería.
Entiende el colectivo, por otro lado, que hay unas medidas que pueden ser fundamentales para proporcionar la máxima seguridad para sus hijos y la tranquilidad de los padres, como la distancia interpersonal de al menos 1,5 metros entre mesas, el uso de mascarillas, la “limpieza extrema” o la ventilación de las instalaciones.
También considera insuficiente el aumento en 8000 profesores anunciado por la Administración autonómica, ya que, apunta, existen alrededor de 6000 centros. “No habrá suficientes profesores para cumplir con la bajada de la ratio y mantener grupos de control de máximo 20 niños como indican las recomendaciones del Gobierno de España”, enfatiza.
Por todo ello, la Flampa Marielo demanda educación presencial en condiciones de seguridad sanitaria que descarte la brecha digital y otras diferencias sociales; refuerzo de profesorado que permita ofertar turnos de mañana y tarde o aumento de líneas escolares; la bajada de la ratio como forma de mantener las distancias interpersonales de seguridad necesarias; contemplar la opción de que los alumnos asistan dos o tres días a la semana alternando la mitad de la clase en caso de que no haya más profesores; que haya máxima seguridad para toda la comunidad educativa (alumnos, profesores, trabajadores de los centros escolares, tanto públicos como concertados, y madres y padres) con protocolos de actuación de prevención de riesgos en la jornada escolar y aumento de los recursos destinados a los centros; que exista la “máxima limpieza” con refuerzo del personal para ello en turno de mañana; uso obligatorio de mascarillas como medida preventiva si no se garantiza la distancia de seguridad; seguimiento de los alumnos del Plan de Solidaridad y garantía alimentaria y del Programa de refuerzo de alimentación infantil y, en previsión de escenarios donde sea necesario hacer teleformación, estudiar opciones de flexibilización de la legislación para la conciliación de la vida familiar y laboral de padres y madres y dotar de recursos tecnológicos para las familias más vulnerables.
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