Sólo una semana después de haber recibido sepultura, el cementerio de San José en Chipiona recibió la visita de José Ortega Cano. El torero quiso acudir a la tumba de su esposa y depositar una cruz de claveles blancos. José viajó hasta Chipiona desde su domicilio de Madrid junto a sus hijos, Gloria y José Fernando. En un principio les acompañaron el matrimonio Mexicano con los que compartieron tantos momentos en Houston. José acudió a visitar a la familia de su esposa, sus tíos y durante los tres días que permaneció en Chipiona, Viernes , Sábado y Domingo, estuvo rezando ante la tumba de Rocío. El torero acudió al cementerio muy temprano, antes de que se abrieran las puertas al público, y después se marchaba para buscar a sus hijos.
🕐 11/06/2006 13:49
✍️ Miguel Gallardo
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