El deporte escolar es tema de debate permanente. Seminarios y foros sobre la cuestión están a la orden del día en búsqueda de soluciones para que haya una práctica generalizada del deporte en los centros docentes. No tengo aún claro si lo que se pretende es crear campeones o simplemente que la actividad deportiva forme parte de la educación integral del niño. Pues si es esto, la Federación Española de Baloncesto ha vuelto a ponerse en vanguardia. Ya lo hizo hace tiempo llevando su deporte a los colegios, pero es que ahora ha puesto en marcha un proyecto piloto en Sevilla, que es ejemplo de cómo el deporte puede combatir el absentismo escolar infantil en los centros más problemáticos.
Ya no se trata sólo de que el niño haga deporte, sino de que gracias al deporte asista al colegio. Hablamos de niños que viven en barrios desfavorecidos, donde las instalaciones deportivas están descuidadas o son inexistentes, de niños con problemas de integración social a los que el baloncesto les ayudará a descubrir valores de igualdad y solidaridad, un juego que podrá practicar en ese colegio al que no acude porque no le ofrece alicientes. La experiencia no se queda en dotar al centro de canastas y balones, sino que también la Junta de Andalucía ha formado educadores para que alternen con esos niños las actividades deportivas con talleres sociales. Aquí sí se puede decir que una imagen vale más que mil palabras.