Gigantes ha publicado una extensa entrevista con el presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Sáez, a un año vista de su llegada al cargo. Buen momento para hacer balance.
Ha cumplido un año como presidente de la Federación Española de Baloncesto. Es hora de hacer balance. También de preguntar por el futuro. Y, a corto plazo, de saber si Mario Pesquera está o no cuestionado. José Luis Sáez se considera presidencialista, un hombre que toma decisiones, pero siempre después de escuchar a los demás. En poco tiempo parece que habrá de tomar una: si el selccionador continúa o no.
Tiene la agenda cada vez más cargada. Acude a nuestra cita apurando la charla con la persona con la que ha almorzado. Le espera un viaje a Roma y quiere adelantar el regreso de la capital italiana porque en Sevilla le espera otro compromiso. Casi una hora nos da para echar una mirada al este último año, e incluso para entrever, o intentarlo, el futuro.
Gigantes: ¿Cuál es el balance de este primer año como presidente?
Sáez: Los balances siempre hay que hacerlos en función de lo que uno promete o de los objetivos que se había propuesto. Si hago un repaso, creo que esos objetivos se han cumplido en gran parte. Hay cosas que me hubiera gustado haberlas hecho mejor, pero aquellas que dije que se iban a poner en funcionamiento se han puesto.
G: ¿Cuáles son?
S: Pues desde la parte de alta competición hasta la parte de promoción, pasando por el Plan Social, o intentar por todos los medios que nuestras federaciones territoriales, mediante una gran inversión, se pusieran al día en medios técnicos e informáticos. En ese aspecto me siento satisfecho, pero como soy como soy, pues creo que todo es mejorable. También hay algo que para mí es fundamental: la paz en el baloncesto. A lo largo de este año hemos conseguido firmar convenios con la ACB, hemos recuperado el convenio con la Asociación de Entrenadores, con los Árbitros. Prometí trabajar para todo el mundo, porque todo el mundo me dio en su momento su apoyo, y creo que lo estoy haciendo.
G: Aunque ya llevaba un largo periodo de rodaje como federativo, ¿qué diferencias hay entre ser vicepresidente y presidente?
S: El tiempo. Ahora no tengo tiempo. Soy el mismo que era entonces, pero con más temas ejecutivos y, sobre todo, de representación. Luego, he creído que era necesario dar una impronta y eso cuesta; sé que estos primeros años son y serán quemantes, porque no ves los frutos inmediatos, pero hay que trabajar, aunque puedas disfrutar poco. Hay veces que es mejor estar en un segundo plano. Ahora trabajo muchas más horas.
G: ¿Cuál ha sido el mejor momento de estos doce meses?
S: Quizá el hecho de que los organismos internacionales vuelvan a tener confianza en España, otorgándole la organización del Eurobasket de 2007, aunque éste era un trabajo que veníamos realizando desde antes. Llevaba yo muy poco como presidente. Tengo buenos recuerdos de la consolidación de determinados programas, y claro, el baloncesto femenino. Lo realizado por la selección absoluta femenina es para estar muy orgulloso. La última guinda del pastel ha sido la presentación del Plan Social.
G: ¿En qué consiste ese plan?
S: Pues un plan en el que el baloncesto es una alternativa; una manera de educación colectiva. El baloncesto como herramienta para integrar a los niños y a los jóvenes. Ese es un reto para sentirme realizado más como persona que como presidente. La cara de felicidad de los niños y niñas es algo impagable.
G: Y el peor momento, ¿cuál fue?, ¿la semifinal y el partido por el tercer puesto en Belgrado?
S: En aquellos momentos me sentí mal, sí. Porque no lo veía justo. Pero si hay que echar las culpas a alguien es a mí. Soy personalista o presidencialista porque tomo muchas decisiones y entonces, cuando ocurre algo así, digo que miren para mí antes que para otros. Aquel fue un mal momento, porque se han hecho interpretaciones muy negativas. No hay ningún jugador de los que yo he tenido por el que no ponga la mano en el fuego. No hay nadie que pueda decir, como se dijo en algún momento, que se tiró la semifinal. Pasó lo que pasó. Fue un momento duro y difícil, pero dos horas después teníamos que dar la cara delante de los periodistas, de nuestros patrocinadores, de los familiares, y me siento muy honrado de que en ese momento estuvieran todos a mi lado dando la cara.
G: Aquellas lluvias trajeron algunos lodos. Me refiero al hecho de que hace no mucho surgió el rumor de que Mario Pesquera podría ser destituido. Usted, en Radio Marca, manifestó que lo que sucediera, se vería a finales de noviembre. Eso parecía que dejaba abiertas todas las posibilidades. Y estamos a finales de noviembre...
S: No soy hombre de fechas determinadas. Me refería a que en este trimestre hay que evaluar muchas cosas. Yo evaluó todo. Yo tengo una responsabilidad muy importante, que es el baloncesto español. Y en las esferas que a mí me competen he de tomar decisiones desde la reflexión. Eso es lo que he dicho. Y no he dicho otra cosa. No evaluó ni pongo en tela de juicio el contrato de un seleccionador. Si la gente tiene un contrato, tiene un contrato. Otra cosa es que cuando evaluemos y cuando veamos todas las situaciones, digamos si hay que tomar decisiones o no hay que tomar decisiones.