Ganó Murcia, ganó su propuesta por un baloncesto intenso e inteligente. Inca opuso resistencia pero se vio incapaz de igualar la capacidad defensiva y táctica del rival. Polaris Wolrd Murcia se llevó la Copa Príncipe de Asturias y su jugador Juanjo Triguero fue designado MVP de la competición.
En el inicio del partido el duelo de cincos respondió a las expectativas creadas. Sí, Triguero y Jagla, protagonistas en las semifinales, empezaron la jornada como acabaron la anterior. Es decir, demostrando todas sus cualidades como jugadores interiores. El de Gandía anulando a Reynols, corriendo como pocos por la calle central, reboteando en defensa y en ataque y cerrado el cuarto con ocho puntos anotados. Perfecto. El alemán mostrando su excelente mano en tiros de media y larga distancia y a su vez su capacidad intimidatoria cerca de su aro. Dos tipos que se habían ganado con todo el derecho el protagonismo de la copa.
No estaban solos. En el perímetro, en el duelo de bases (Brown- Sala) buscaba ganarse el control del partido pero sobretodo destacaba en el inicio Sánchez Bernat acabando contraataques como solo él sabe hacerlo. La pareja Stacey- Reynols no entraba en juego, en parte por pero sí el base Brown, motivo por el cual Inca cerraba el primer cuarto con ligera ventaja: 18- 22
En el segundo cuarto, igualdad absoluta. Bajos porcentajes producto de férreas defensas que apenas dejaban espacios para los tiradores. Primeras rotaciones importantes con Triguero y Jagla recuperando fuerzas en el banquillo y con Anagnostou repitiendo eficacia y permitiendo a su equipo igualarse en el marcador. Es este un tres importante con estatura para rebotear y mano para anotar desde el perímetro.
Las defensas se imponían en este segundo cuarto y Abos quiso repetir el guión que tan buenos resultado le dio en semifinales e intentar, con tres pequeños, sorprender al rival en defensa zonal. Esta vez no le dio resultado porque Anagnostou, con un triple, provocó desconfianza en la defensa de Inca. Al descanso el marcador andaba igualado (36- 35). Murcia, con paciencia, había conseguido hacerse con el mando del juego aunque la intensidad de Inca impedía cualquier intento de despegue.
La sentencia, en la reanudación
Inca necesitaba de la sociedad Stacey- Reynols y ambos se echaron el equipo a la espalda en los primeros minutos. Anagnostou respondió con dos triples y Triguero siguió multiplicándose en defensa y en rebote y además sumando en ataque. Los papeles empezaban a repartirse en una final que crecía en emoción a medida que avanzaban los minutos. La pareja Waleskowski- Triguero era más productiva, en esos momentos que la formada por Jagla y Teynolds. Sala conservaba todavía fuerzas y Murcia tomaba la iniciativa en el minuto 25 (50- 44). Hussein quería que su equipo corriese, quería romper el partido y buscó a Sánchez Bernat. Abós situó a los suyos en defensa zonal 1- 3- 1 intentado cambiar la dinámica de un partido que empezaba a tener color murciano (58- 48 minuto 28). El equipo de Hussein mostraba más claridad de ideas, más recursos físicos mientras a Inca parecían empezar a fallarle las fuerzas en el tramo final. El tercer cuarto mostraba un marcador demasiado contundente (63- 50). Como había sucedido en la semifinal, Murcia había sido capaz de mantener e intensificar su trabajo tras el descanso. Había sido de todos el equipo más regular, con más capacidad para ser intensos y veloces cuando hacía falta y ala vez, pausados y con oficio cuando de lo que se trataba era de buscar las mejores opciones en el ataque posicional.
Terminaba la final y con ella una espectacular edición que evidenciaba el extraordinario nivel de una competición que reúne jugadores nacionales de gran nivel junto a extranjeros serios y espectaculares. Un baloncesto rico en recursos tácticos y físicamente con una exigencia máxima.